Un sindicalista dice que dio a Orozco el polémico documento de Valentino

Xosé carreira LUGO / LA VOZ

LUGO

Una copia del acuerdo también fue encontrado en la casa del exconcejal Liñares

27 sep 2014 . Actualizado a las 18:32 h.

El documento de entrega de 90.000 euros a cambio de gestionar la integración de las parcelas de Valentino en el PGOU de 2006 fue entregado al alcalde López Orozco por el sindicalista José Manuel López Prado, conocido como Riki, en una peluquería de Bolaño Rivadeneira donde el regidor se corta el pelo. Quien se lo dio dijo en una declaración ante la jueza que se lo había entregado el hijo del propietario de los terrenos y se lo pasó al alcalde «para que viera si podía hacer algo», pero advirtió que no venían las firmas y algunos nombres estaban tachados.

López Prado, que es pedáneo de Ombreiro, explicó que el convenio se lo pidió al hijo del solar de Valentino porque este le dijo que un «señor» había cobrado dinero por gestionarle todo lo relacionado con unos solares. El pedáneo le respondió: «Mira, si quieres me das una copia ya que quizás el alcalde no sabe que están haciendo esas cosas». Cuando lo tuvo en su poder llamó al alcalde y le dijo que «mirara a ver qué podía hacer con eso».

Cuando le preguntó la jueza qué le dijo al alcalde cuando lo llamó por teléfono para hablarle del documento respondió que «había un funcionario en el Ayuntamiento de Lugo que cobraba por hacer gestiones sobre recalificación». Cuando tuvo el papel, dijo, se lo entregó al regidor «para que hiciera lo que tuviera por conveniente con él».

Este testigo declaró que cuando hizo la entrega a Orozco estaba con él la concejala de Economía, Sonia Méndez y que ambos lo leyeron delante de él. Posteriormente, López Prado expresó que se había desentendido del asunto. Expresó que consideraba el documento como «extremadamente delicado» y que si el caso salía a reducir perjudicaría al partido y dijo que si podía hacer algo por evitarlo lo haría.

En el baúl de Liñares

Cuando hubo en registro en la casa del exedil Francisco Fernández Liñares fue encontrado en un baúl que había en el salón de la vivienda un sobre blanco con matasellos de Lugo de fecha 18 de diciembre de 2007 y una anotación a bolígrafo que decía: a la atención del señor Fernández Liñares. En el interior había una carta en cuyo encabezamiento decía: «Amigo Liñares» y a continuación figuraba el controvertido documento. Quien se lo envió, tomó la precaución de borrar los datos de las personas involucradas y la cantidad de dinero ofrecida.

A Liñares le recordaban que, con fecha posterior al acuerdo se hicieron los cambios que solo llegaron hasta la aprobación inicial. Decía además en otro apartado: «si la recalificación hecha sigue adelante y se consolida definitivamente, puede se que salga todo ello a relucir como están saliendo cosas de diversos municipios».

José Manuel López Prado dijo que el no escribió nada a Liñares y la que aparecía no era su firma. «Dudo mucho que el documento tenga mis huellas. Es imposible que lo haya escrito con el nombre de «amigo Liñares» porque no tengo relación con él desde hace muchos años», advirtió.

A este testigo le exhibieron el sobre que contenía el documento para que reconociera su escritura, pero no le parecía su letra. ¿Por qué envió esa carta a Liñares?, preguntó la jueza. «No lo recuerdo. La letra se parece mucho a la mía, pero no recuerdo haberle escrito nada a Liñares», indicó. Asimismo explicó que no recordaba haberle entregado ningún sobre a un bedel del Ayuntamiento. «¿Qué le parece que el documento de pago de 90.000 euros a un funcionario aparezca en manos del concejal de Urbanismo?», planteó la instructora. «Se lo habrá entregado el alcalde», respondió el interrogado.

«¿Qué esperaba que hiciera el alcalde con el tema?», le preguntó la jueza. «Que tomara las medidas oportunas, que mirara si lo que se contaba era real y tomara las medidas oportunas con el funcionario que realizaba tales actividades, por lo menos, abrirle un expediente disciplinario», respondió el pedáneo de Ombreiro.

Otra de las preguntas que le hizo la jueza es si Liñares podría participar en este tipo de asuntos y la respuesta fue que suponía que como concejal, y cuando el tema de Valentino había salido para adelante, «algo podía saber», pero advirtió que desconocía si estaba metido en estas cosas: «Puede ser, pero no lo sé».

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