Absuelto de prostitución el empresario que denunció a guardias por corrupción

xosé Carreira LUGO / LA VOZ

LUGO

óscar cela

El fiscal pedía 3 años de cárcel para O Alemán por sus actividades en el Apocalipsis

03 ago 2014 . Actualizado a las 07:07 h.

«¿Y ahora quién me indemniza a mí por los daños que me fueron ocasionados?». Esta pregunta se la formuló el exempresario de la noche Javier Álvarez López, tras conocer la sentencia que le absuelve de tres delitos de prostitución que le atribuyó el fiscal por la actividad llevada a cabo por este sarriano en el desaparecido club de alterne Apocalipsis. El malestar de esta persona, que se enfrentó -junto con el encargado del establecimiento a una petición de tres años de prisión- se debe, entre otras razones, a que considera que fue llevado al banquillo por no aceptar las presuntas exigencias de supuestos sobornos que le efectuarían en su día guardias que estuvieron en el cuartel de Sarria. Álvarez denunció en su momento la situación y fue condenado por ello. También denunció públicamente presuntas irregularidades de un cabo que a posteriori fue detenido en la Carioca y la justicia lo condenó por calumnias.

«Al final tenía razón», recordó el exempresario de la noche quien recalcó: «Fui represaliado por no haber pagado la «cuota». Y aún en la actualidad detecto represalias por parte de algunos guardias». Javier Álvarez recordó que sus denuncias contra los agentes habían caído en saco roto. El empresario fue condenado en el año 2005 a 12 años de cárcel como autor de cuatro delitos relativos a la prostitución cometidos en el Apocalipsis, un local que funcionó en un local ubicado en la carretera de Lugo a Monforte, en la salida de Sarria. Una sentencia del Supremo, al que recurrió otra persona condenada, le benefició de rebote ya que logró que le redujeran en cuatro años la pena impuesta.

De nuevo el fiscal volvió a acusarlo a él y al encargado del establecimiento, que también quedó absuelto. Esta vez la actuación judicial se produjo como consecuencia de las declaraciones prestadas en otro procedimiento, en el juzgado de Sarria, por mujeres que estaban en el club y que dijeron que eran obligadas a ejercer la prostitución por parte del empresario y del encargado. Esta situación se produciría en el año 2004.

Antes, en el 2001, O Alemán, citó a los periodistas de Lugo en el Club Satélite de 22 de Becerreá, que regentaba por aquel entonces, para denunciar al cabo de la Guardia Civil, Armando Lorenzo, que años después acabaría siendo detenidos en el marco de la operación Carioca. El empresario relacionó al agente con presuntos malos tratos físicos y psíquicos a mujeres inmigrantes, de coacciones y de otra serie de hechos como, por ejemplo, el supuesto cobro de dinero para evitar detenciones.

La rueda de prensa condujo a que el cabo presentase una denuncia contra el empresario por calumnias. La justicia dio la razón al agente y condenó a Javier Álvarez a año y medio de prisión y le impuso la obligación de pagarle al agente una indemnización.

En el juicio el agente dijo que su actuación había sido correcta y dentro de la ley. Expuso que, en su opinión, el empresario lo que trataba era de apartarlo de la investigación que estaba siguiendo contra él por tráfico de seres humanos.

El afectado se pregunta quién le indemniza por los daños que le ocasionaron

Javier Álvarez cree que todavía en la actualidad sigue siendo objeto de represalias