Los cristales blindados de la farmacia del bajo impidieron que entrase el fuego
30 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.«Los cristales blindados de la farmacia estallaron por el calor, pero fueron la salvación del edificio porque mantuvieron la estructura. Si llega a tener cristales normales, de comercio, las llamas habrían entrado dentro y no sé lo que habría pasado». Con estas palabras explicaba ayer la titular de farmacia Micaela Martínez los detalles del incendio de una isleta de contenedores que, en la madrugada del domingo al lunes, puso en peligro un bloque de seis alturas y once viviendas en Lugo. El suceso tuvo lugar en la acera del número 30 de la calle Conde, y aunque se desconoce el origen del fuego, todo apunta a que está relacionado con la huelga que sufre la ciudad en el servicio de limpieza desde hace 50 días.
«Estabamos na cama, pero oín unha explosión e deume olor a fume, así que me levantei e vin as chamas á altura do piso», relató Iber Díaz, que reside en uno de los primeros del inmueble afectado, cuya fachada quedó totalmente ennegrecida. Al igual que otros vecinos, la mujer pasó la jornada del lunes limpiando el hollín que impregnó su vivienda, pero los destrozos en la terraza y en la cocina son mayores. El entresuelo también se vio dañado y una de las empresas que hay en él, Tarea Peritaciones, ni quiera pudo abrir aún las ventanas para ventilar porque las altas temperaturas del incendio deformaron la estructura de las ventanas.
Gitanos en busca de chatarra
«O que máis nos molesta é que non veu ninguén do Concello. Só viñeron os xitanos para ver se podían levar algo de chatarra», indicó uno de los trabajadores, que estima que los daños en la oficina superarán los 3.000 euros, ya que además de cambiar los ventanales habrá que repintar el interior. La mayor parte de los afectados han contactado con sus compañías de seguro, pero algunos adelantan que estas tienen intención de reclamar el coste de las reparaciones al Ayuntamiento.