«El ultimátum de Orozco a Urbaser llega con 28 días de retraso»

Dolores Cela Castro
dolores cela LUGO / LA VOZ

LUGO

La plantilla en huelga cobró en junio entre 19 y 87 euros de media y trabajó 9 días

08 jul 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

La exigencia del alcalde de Lugo de que finalice la huelga de Urbaser, y que las partes se sienten a negociar un acuerdo en condiciones similares a las de Santiago, abrió una nueva vía para tratar de poner fin a 29 días de paro.

-¿Qué le parece el ultimátum del alcalde?

-Lo positivo que dijo fue que le exigía a la empresa que se sentara a negociar, aunque lo hizo con 28 días de retraso, y que no le iba a temblar el pulso para rescindir el contrato. Esperemos que a partir de ahora Urbaser vaya a la mesa de negociación con la intención real de llegar a un acuerdo y no levantarse hasta que no se consiga. Nosotros estamos esperando a que nos llamen y nos presentaremos en el momento en el que lo hagan.

-¿Qué opina de lo que declaró sobre el convenio de Santiago?

-Primero tendrá que saber qué tipo de conflicto había en Santiago. Allí se hablaba de contratos de relevo y de firmar el 0,45% del IPC real. Las reivindicaciones son diferentes y las necesidades también. La diferencia es que el alcalde de Santiago al conocer la convocatoria de huelga se reunió con Urbaser y con el comité de huelga y en ocho horas había un preacuerdo.

-¿Es cierto que el acuerdo estuvo a punto de firmarse y que en el último momento la reivindicación de los 600 euros lo frustró?

-La última reunión duró nueve horas y los únicos que facilitamos el entendimiento fuimos nosotros. La empresa se limitó a presentar la oferta del incremento del IPC para tres años, en lugar de dos, que era de lo que se hablaba en la negociación. Eso no lo rechazamos porque hay que conseguir paz social durante un período largo. Dijo que de las sanciones y los expedientes ya se hablaría más tarde. Lo de los 600 euros ya no sé cómo explicarlo. Ya los cobramos, 300 euros por cada año. Ahora lo que queremos es que se consolide en tablas, únicamente. Urbaser ni siquiera se atrevió a levantarse de la mesa y tuvo que ser el negociador quien aplazara, sin fecha, la reunión por falta de avances.

-¿Cuál es la postura de la parte social ahora?

-La misma. Los despidos, las sanciones y no a los recortes salariales y sociales, junto al cumplimiento de los compromisos adquiridos por la empresa. Económicamente no estamos sangrando a nadie. Pedimos que los contratados del fin de semana adquieran derechos para cubrir los puestos que quedan vacantes. Alguno lleva 16 años cobrando 400 euros y trabajando 15 horas al mes. Parece de justicia. ¿No? Salarialmente pedimos un 0% de incremento para el 2014 y del 1% para el 2015.

-¿Cómo lleva la plantilla un conflicto tan prolongado?

-La plantilla está fuerte y unida. También cabreada porque este mes, para presionar, la empresa ingresó de nómina entre 19 y 87 euros al mes, que no incluyen los 9 días de junio que trabajamos. Tendrían que ser unos 300 euros brutos por esos días. Nos presiona de esta forma, con el dinero, porque otra no la tiene.

-¿No hay fisuras entre el personal?

-Ese mensaje nos lo están trasladando todos los días a través de recados. Hay determinados momentos de bajón, pero recuperamos enseguida. Los más interesados en volver al trabajo somos nosotros porque nos va en el bolsillo.

-¿Tienen alguna expectativa de formar parte de la plantilla del Concello?

-Eso quien tendría que explicarlo sería Jaime Castiñeira. Si este concejal encuentra alguna declaración nuestra en este sentido, lo invitamos a una mariscada. Municipalizar el servicio no quiere decir que vayamos a ser funcionarios. Estamos peleando contra el poder político de Lugo y contra el económico de ACS.

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