Ribeira Sacra pide una protección de los bancales más flexible

l. d. monforte / la voz

LUGO

El presidente del consejo regulador trasladó su preocupación a la Xunta

07 abr 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

El camino para que Ribeira Sacra se postule a todos los efectos como candidata a la declaración de Patrimonio de la Humanidad todavía será largo. Pero la candidatura para obtener esta distinción comienza a tomar cuerpo. En la reunión de la comisión de seguimiento celebrada el pasado miércoles en Monforte, a la que asistieron representantes de la Xunta de Galicia, de las diputaciones de Lugo y Ourense y de los alcaldes y el consorcio turístico de la Ribeira Sacra, se puso sobre la mesa un primer mapa de la propuesta. De esta delimitación inicial se desprende que el viñedo en bancales será el elemento vertebrador de la solicitud que se dirigirá a la Unesco.

Los técnicos de la Consellería de Cultura, y los expertos universitarios que colaboran en proyecto de la mano de la oficina del Valedor do Pobo, coinciden en señalar que una candidatura que incluya todos los municipios acogidos al consorcio turístico de la Ribeira Sacra está abocada al fracaso. De ahí que hayan decidido dar coherencia la propuesta sobre la base de la viticultura en bancales y la huella monástica, las dos principales señas de identidad de este territorio histórico.

Declaración de BIC

Para obtener la declaración de Patrimonio de la Humanidad, las zonas elegidas deberán ser catalogadas previamente como Bien de Interés Cultural. El documento que se dio a conocer en Monforte plantea que todos los viñedos del Sil, a partir de Augas Mestas, pasen a ser BIC. Aunque sobre esta zona pesan los condicionantes derivados de su pertenencia a la Red Natura, el consejo regulador teme las consecuencias de la aplicación de una nueva fórmula de protección mucho más restrictiva. Su presidente, José Manuel Rodríguez, ya trasladó a la Consellería de Cultura la inquietud existente en el sector vitícola.

El punto de partida de la denominación de origen es que la declaración de BIC debe adaptarse en la medida de lo posible a las necesidades de un sector que mantiene vivo el paisaje de los bancales. Se trataría, fundamentalmente, de conseguir que el futuro decreto no cierre las puertas a la construcción de accesos, la instalación de raíles para montacargas o la remodelación de los bancales allí donde resulte necesario.

Fuentes de la comisión de seguimiento del proyecto indicaron que la presencia del presidente del consejo regulador en este foro demuestra el interés que se presta al sector vitícola en la elaboración de la propuesta.