Pokémon salpica a Raúl López en la adjudicación de tres buses en Santiago

Dolores Cela Castro
dolores cela LUGO / LA VOZ

LUGO

OSCAR CELA

Vigilancia Aduanera investigó si el empresario dio indicaciones para las bases

04 mar 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

La operación Pokémon salpicó al industrial del transporte de viajeros Raúl López, de Monbus, por la adjudicación de un contrato de suministro de tres autobuses financiados por el Feder, en el Concello de Santiago. Vigilancia Aduanera emitió un informe con los resultados de su investigación sobre las presuntas actuaciones delictivas del empresario lucense; del concejal de Movilidad del Ayuntamiento de Santiago, Albino Vázquez Aldrey; y del gerente de Tussa, la empresa pública de transporte urbano de Compostela desde el año 1999.

Los investigadores realizaron pinchazos telefónicos con la finalidad de comprobar si la adjudicación de los buses, financiados con fondos europeos, vulneraban las normas legales vigentes, al ponerse de acuerdo las partes para que fuera adjudicataria una empresa vinculada a Raúl López.

El informe de Vigilancia Aduanera analiza la vinculación de Talleres La Campiña S.L. adjudicataria de los buses en la mesa de contratación celebrada el 20 de agosto del año 2012, con el empresario lucense. Los investigadores comprobaron que la relación de Raúl López con Talleres La Campiña no es directa «a simple vista», aunque llegaron a la conclusión de que la controla la misma persona, al desmadejar el entramado de sociedades del grupo Monbús y de las que es administrador el industrial.

A la medida de Rául López

De las conversaciones telefónicas los investigadores dedujeron que el concejal Vázquez Aldrey preguntó a Raúl López «qué condiciones técnicas o de otro tipo debía incluir en el pliego del concurso» . Según Vigilancia Aduanera, el propio edil reconoció «que muchas cosas se han copiado de lo que Raúl había mandado», lo que, según el informe, no impidió que incluyan algunas cláusulas que dejaban fuera del concurso a Talleres la Campiña, como el número mínimo de asientos fijado, o limitaban la posibilidad de beneficio del empresario, que se quejó ante el concejal de ello y le pidió que rectificara el pliego de condiciones.

Vigilancia Aduanera aclara que Talleres La Campiña se presentó finalmente con el número de plazas mínimo y con una propuesta más baja. Ofertó 405.867,77 euros, 11.081,39 menos. Concurrieron además de la adjudicataria Iveco, Man Truck&Bus Iberia S.A. y Volvo España. Estas dos últimas, según recoge el informe, fueron excluidas «por no cumplir con la altura mínima o el radio de giro, lo que vuelve a ser indicio de un concurso hecho a medida de uno de los ofertantes, adaptándolo a las características de su producto».

Un informe polémico

El informe que indica que la mejor oferta era la de Talleres La Campiña lo firma el propio director gerente de Tussa. Recoge además que las otras dos empresas aceptaban una negociación a la baja de entre 11.000 y 12.000 euros.

El chófer recoge un sobre

La investigación hace alusión también a que Raúl López recibió documentación de Albino Vázquez. La fue a buscar el chófer del industrial lucense a la estación de tren de A Coruña, donde quedó con el edil. Recoge además la preocupación de Vázquez porque en la parte inferior de los documentos ponía Concello de Santiago, Plaza del Obradoiro, a pesar de que el responsable de Movilidad le había indicado al gerente de Tussa que se los hiciera llegar en un sobre en blanco, pero no se dieron cuenta de lo que figuraba al final de cada página. Tuvieron que recortar a toda prisa las hojas, una a una, antes de hacerlas llegar a su destino, para que no apareciera la vinculación institucional.

Al día siguiente de la entrega, según los investigadores, López dejó un sobre en la recepción de un hotel de Santiago. El concejal y el empresario vuelven a hablar y es en ese momento cuando el administrador de Monbús le comunica a Albino Vázquez que no está conforme con el precio y que hay que rectificarlo.