El exconcejal de Lugo Fernández Liñares reconoce que fue sobornado con dinero, relojes, cabritos, truchas y perdices

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Fernández Liñares OSCAR CELA

Al menos una decena de empresarios supuestamente pagaron por las adjudicaciones

12 feb 2014 . Actualizado a las 22:37 h.

El exconcejal lucense y expresidente de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, Francisco Fernández Liñares (uno de los principales cabecillas de la operación Pokémon) reconoció en sus muchas horas de declaración ante la jueza Pilar de Lara, que recibió sobornos de dinero que le entregaron al menos una decena de empresarios a los que previamente habría concedido adjudicaciones de obras, bien desde el Concello de Lugo, bien desde el organismo que controla los ríos. De todos modos, no consideraba que los pagos fueran para que diera obras, sino por simple agradecimiento de los beneficiarios.

Por lo visto, este imputado no solo cobraba en efectivo sino que también aceptaba pagos en especie. Así, por ejemplo, Fernández Liñares reconoció haber recidido cabritos, truchas, perdices, conejos y hasta chuletas. Asimismo, dio por bueno que empresarios a los que presuntamente benefició le plantaron eucaliptos en sus fincas y le hicieron desbroces. Además recibió relojes, plumas estilográficas y botellas de vino. Todos estos datos figuran en los tomos sobre los cuales fue levantado el secreto de sumario en la mañana del pasado martes y que fueron entregados esta mañana a los abogados de los más de cien imputados que figuran en la causa.

Del interrogatorio al que fue sometido Liñares también se desprende de que la jueza indagó si Elena Espinosa, siendo ministra de Medio Ambiente, pudo haber tenido algo que ver en el hecho de que unos empresarios gallegos conocieran aspectos de un concurso sobre calidad de las aguas. Liñares le explicó que tenía muy poca relación con la ministra, incluso le indicó que era mala, pero le dijo que el proyecto en cuestión dependía directamente de la directora general de Aguas.