Tres estudiantes de ingeniería forestal de la Politécnica -Tamara Blanco, Arsenio Pérez y Adrián Ramos- vieron y fotografiaron unas huellas que pueden ser de oso pardo durante un recorrido por la sierra de O Courel el sábado. Aparecieron en un nevero en Teso das Papoulas, entre el monte Formigueiros y la laguna de Lucenza. Junto a ellas había otras huellas más pequeñas que parecen de un cánido. La Fundación Oso Pardo, aunque no descarta que sean huellas de plantígrado, puntualiza que no se puede afirmar que lo sean, ya que las imágenes no presentan suficiente nitidez: «Al fundirse la nieve, las huellas se agrandan y puede parecer que corresponden a animales de mayor tamaño, y a veces las pisadas de perros o lobos se pueden confundir con las de osos».