La investigación del Paleolítico lucense, en la cuerda floja

Francisco Albo
francisco albo MONFORTE / LA VOZ

LUGO

ALBERTO LÓPEZ

Los recortes presupuestarios amenazan el futuro del proyecto arqueológico

26 nov 2013 . Actualizado a las 07:04 h.

Desde que la Universidade de Santiago (USC) puso en marcha en el 2006 el proyecto «Ocupaciones humanas durante el Pleistoceno de la cuenca media del Miño», el plan de estudio del Paleolítico del sur lucense no se había visto tan amenazado como ahora. Mañana se cerrará el plazo de solicitud de ayudas anuales para investigación científica del Ministerio de Economía -a las que se acogió hasta ahora este proyecto- y hasta que no se den a conocer cuáles son las iniciativas seleccionadas para recibir las subvenciones no se puede saber si habrá fondos para seguir financiando esta actuación el año próximo.

El plazo de petición de subvenciones, por otro lado, lleva casi un año de retraso, ya que lo normal es que esta convocatoria hubiese quedado cerrada como muy tarde en diciembre del 2012. «Además de que aún no sabemos si tendremos una ayuda, porque después de esta demora habrá muchos más proyectos a la espera -explica el arqueólogo Arturo de Lombera, codirector de las excavaciones de Cova Eirós-, hay que contar con que si la conseguimos será mucho más limitada que otras veces, en vista de los recortes que se aplican en los programas de investigación».

Los responsables del proyecto llevan varias semanas preparando la solicitud de una nueva subvención y al mismo tiempo negocian con el Ayuntamiento de Triacastela para tratar de dar continuidad a las excavaciones del yacimiento de Cova Eirós, el trabajo de campo más importante que se lleva a cabo ahora dentro de este plan. «Esperamos que la excavación pueda seguir el año próximo aunque no tengamos ninguna ayuda del ministerio, pero ese no es el principal problema», señala De Lombera.

Los gastos más importantes -añade- corresponden a las numerosas pruebas de laboratorio que hay que realizar, como las dataciones radiométricas con las técnicas del carbono 14 y la termoluminiscencia del cuarzo o los análisis químicos y estratigráficos que permiten determinar la antigüedad de los hallazgos y obtener otros datos de gran valor. Estas pruebas resultan muy costosas y consumen la mayor parte de los presupuestos. En caso de que no se conceda una subvención para el 2014, por tanto, una parte fundamental del proyecto quedará paralizada aunque la excavación de Cova Eirós pueda reanudarse el verano próximo.

Por otro lado, es probable que para saber si habrá más ayudas sea preciso esperar bastante tiempo. Según indica De Lombera, una vez que se ha solicitado formalmente la subvención el proceso puede tardar hasta diez meses en completarse. «Este año prometieron que se intentaría agilizar los trámites para que los proyectos puedan continuar, pero no sabemos cuánto tardaremos en confirmar si habrá subvención o no», agrega.