Un acusado de disparar a su esposa dice que ella se tiró sobre los cañones

xosé Carreira LUGO / LA VOZ

LUGO

ALBERTO LÓPEZ

El fiscal pide que sea condenado con 8 años por tentativa de homicidio

20 nov 2013 . Actualizado a las 07:03 h.

Según el fiscal, intentó acabar con la vida de su mujer y por eso efectuó dos disparos de escopeta. La presunta destinataria logró desviarlos al agarrar los cañones. Luego, escapó corriendo y se refugió en casa de un hermano. Antonio G. L., acusado por estos hechos de un homicidio en grado de tentativa dijo, en el juicio celebrado ayer en la Audiencia Provincial de Lugo, negó el hecho que le imputa la acusación pública alegando que los disparos fueron fortuitos como consecuencia de que la mujer «se tiró encima de los cañones de la escopeta». El imputado se enfrenta a una petición de condena de ocho años de prisión.

Los hechos sucedieron en la madrugada del 26 de abril de 2012 en el domicilio familiar de la pareja, en Monterroso. Según el fiscal, el acusado fue a la habitación donde estaba acostada su mujer con una escopeta de cañones superpuestos y le dijo: «Uno para ti y otro para mí». Con el presunto objetivo de acabar con su vida, efectuó dos disparos que, según la acusación pública, no alcanzaron a la destinataria porque esta sujetó los cañones y logró desviar la trayectoria de los disparos.

La víctima escapó a toda prisa descalza y con pocas ropas para refugiarse en casa de un hermano. Su esposo, siempre según la versión del fiscal, se quedó en la casa. Cuando llegó la Guardia Civil no abrió y acabó huyendo por las terrazas de la parte posterior de su domicilio. Acabó siendo localizado horas más tarde en una aldea de Monforte con diversas lesiones debido al salto efectuado. El acusado, actualmente en prisión, dejó el arma en casa.

El imputado declaró que las relaciones con su esposa durante los más de treinta años de matrimonio no fueron malas. Negó malos tratos y que le hubiese lanzado un cenicero en alguna ocasión.

Contó que el día de los hechos su esposa estaba nerviosa y llorosa porque, al día siguiente, tenía que irse a Barcelona para cuidar a su hermano que se encontraba enfermo y, por eso, la trató cariñosamente. Ella se fue a la cama a una habitación distinta a la de matrimonio y él fue a coger la libreta del banco para sacar dinero al día siguiente. Aprovechó también para tomar la escopeta que «estaba cargada con dos cartuchos y no era capaz de abrir».

Pretendía, explicó, limpiar y engrasarla para saber si la podía descargar porque sino, al día siguiente, la llevaría a una armería. Cuando la mujer lo vio con el arma «se echó encima de los cañones de la la escopeta porque estaba muy nerviosa. Yo no toqué al gatillo para nada». Ante esa situación, Antonio explicó: «Me di un giro de 270 grados para evitar la situación y los tiros salieron en dirección opuesta hacia la pared. Ella no corrió peligro de ningún tipo».