Había protagonizado diversos incidentes violentos en la calle
13 nov 2013 . Actualizado a las 07:05 h.«Ás veces, cando sufría algún ataque daba medo». Así se pronunció ayer una persona que conocía a Miguel V. L., el hombre de 33 años, que murió después de haber sido esposado por la policía ante el edificio multiusos de la Xunta en las primeras horas de la mañana del lunes. Este vecino de Celeiro, que llevaba en Lugo muchos años, había protagonizado diversidad de problemas con viandantes. En todos los casos se mostró muy agresivo. Pues pese a esa circunstancia y a que la policía llegó a intervenir en algunas ocasiones, el hombre nunca llegó a ser ingresado en un centro asistencial adecuado para hacer frente a su dolencia.
«Non tiña que estar vagando polas rúas como así sucedeu. Cando tiña algún fallo á hora de tomar a medicación mostraba moita violencia», apuntó un conocido del hombre. Las crisis que padecía le hacían perder el control hasta el extremo de no ser dueño de sus actos de ahí que se hubiese abalanzado el lunes sobre un empleado de Medio Rural.
No fue ese el único incidente callejero que protagonizó Miguel. En su día fue muy comentado en Viveiro el ataque que le efectuó con una navaja a un hombre de 77 años al que causó diversas heridas después de atacarlo y tirarlo al suelo. Hizo ademán de cortarle el cuello, pero finalmente solo le causó algunas heridas.
Detenido
La policía de Viveiro lo detuvo por esos hechos, pero fue puesto en libertad posteriormente. Con anterioridad ya había protagonizado diversos episodios violentos con su madre a la que habría amenazado en diferentes ocasiones.
Los constantes problemas que sufría provocaban su ingreso hospitalario con frecuencia. Tras ser estabilizado era dado de alta. Según algunas fuentes, nunca llegó a ser ingresado en un centro especializado para recibir asistencia permanente y evitar que provocara incidentes callejeros similares a los del pasado lunes en la Ronda da Muralla de Lugo.