Los vigilantes jurados del HULA anotan matrículas en urgencias

Dolores Cela Castro
dolores cela LUGO / LA VOZ

LUGO

Tienen órdenes de controlar qué coches aparcan allí y cuánto paran

10 nov 2013 . Actualizado a las 07:09 h.

Los vigilantes de seguridad del HULA tienen órdenes expresas de la dirección de que controlen los coches que aparcan en la zona de urgencias y, según fuentes consultadas, están anotando las matrículas de los vehículos que estacionan dentro. ¿Con qué finalidad? Es una incógnita, planteada por alguno de los afectados al vigilante, que no supo qué responder. Posiblemente para, si el vehículo es de alguien de personal, hacerle llegar una amonestación para que no vuelva a dejar el vehículo allí.

Lo cierto es que particulares y personal están ocupando estas plazas de forma masiva esas plazas de la zona de urgencias, pese a que están reservadas. Unas lo están para ambulancias, otras para los vehículos de la unidad de hospitalización a domicilio, además de los espacios destinados para las ambulancias y para la zona de atención temprana, a la que acuden familias con niños con serios problemas de movilidad en la mayor parte de los casos. Los acompañantes de los pacientes también pueden dejar los vehículos en el recinto durante 20 minutos, pero nadie o casi nadie respeta la norma, que figura en los carteles.

La zona de urgencias es, o era hasta ahora, un buen lugar para aparcar gratis, sin necesidad de recurrir a los aparcamientos de pago, tanto de dentro del hospital como de fuera y de esquivar a los gorrillas y sus prácticas poco ortodoxas. Y, encima nadie lo controlaba. El vehículo podía permanecer horas y horas, sin el más mínimo problema y sin que su propietario tuviera que andar mirar el reloj para calcular cuántas monedas o billetes hay que dejar en la máquina de la empresa adjudicataria del servicio.

Lo cierto es que tener a alguien ingresado durante días, o un mes, algo que suele ser frecuente y utilizar el aparcamiento del hospital, que sin duda es el más cómodo, no es algo apto para todas las rentas y menos en los tiempos que corren.

Algunas de las personas que recurrieron a la explanada de urgencias para aparcar aseguran que el problema tiene muy fácil solución: bajar los precios del aparcamientos subterráneo y destinar parte de ellos al personal que tiene que esperar 25 minutos por las mañanas para poder entrar en el estacionamiento de personal.

Organización social

Durante el gobierno del bipartito en Galicia, según recordó el entonces gerente del Xeral, Miguel Ángel Fernández, una de las plantas estaba destinada a aparcamiento de personal y otra a pacientes y familiares. La gestión tenían previsto encomendársela a una organización de ámbito social, sin ánimo de lucro, para que creara empleo entre su colectivo. Los precios, por lo tanto, iban a ser más ajustados que los actuales, según explicó.

crónica la polémica de los aparcamientos