Alegría y bailes en Vilalba en el día grande de San Ramón

v.siso / s.v. VILALBA / LUGO

LUGO

VANESA SIO

Dover y luego Hiroshima llenaron la villa la noche anterior

01 sep 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

A cada santo le llega su día de fiesta, por eso ayer en Vilalba se celebró por todo lo alto el San Ramón que año a año despierta con bombas a los vecinos la última mañana de agosto. Mientras la música tradicional y de la banda se colaba entre los quicios de las ventanas, cada vilalbés vestía sus mejores galas para dirigirse a la Praza da Constitución, lugar que al menos una vez al año se convierte en el ágora de este pueblo gallego.

El grupo tradicional Xacarandaina iluminó con sus trajes y melodías la plaza, que miraba atenta el espectáculo aplaudiendo los giros y presencia de los bailarines. Entre abalorios, trenzas, gaitas y sonrisas se despedían dejando un aroma de alegría y festejo que continuó con la sesión vermú a cargo de la orquesta Hiroshima, donde jóvenes, niños, padres y abuelos bailaron pisando los mismos adoquines que en la mayoría de casos los vieron crecer.

Lleno de Dover

A pesar de la gran vitalidad general, la noche del viernes la plaza se llenó de cientos de jóvenes para asistir al concierto de Dover y a la actuación espontánea posterior de la orquesta Hiroshima, que siguió la fiesta ante el entusiasmo general y la poca intención de regresar a casa. Sin embargo, todos los vilalbeses saben que en la fiesta del patrón, hay repiques, cohetes, música y sermón.

en directo en las patronales