Advierten, además, que la inversión en aislamiento será un duro golpe
23 ago 2013 . Actualizado a las 07:05 h.El documento provisional de la nueva Ordenanza Reguladora da Contaminación Acústica (ORCA) ha generado opiniones encontradas en la hostelería. Hay aspectos que son bien valorados, como el hecho de que se preserve la ubicación de las fiestas del San Froilán, pero otros generan más polémica. Es el caso de las distancias mínimas exigidas entre locales. El presidente de Lugo Monumental, Luis Latorre, explica que con esta norma «están intentando dispersar la hostelería». En su opinión, esto generaría aún más problemas: «Si dispersas, empeoras, porque afectas a más vecinos», por eso presentarán alegaciones al respecto.
Además, matiza que el problema del ruido nocturno no son los locales, sino la gente en la calle: «Hoy en día los establecimientos están insonorizados y lo que molesta no es la música o el ruido interior, sino el que hace la gente en la calle, algo que se agravó con la ley antitabaco. La solución es muy complicada, pero no está en sancionar a los locales. Supongo que habría que lograr que la gente se civilice y si es necesario imponer multas», añade Latorre.
Otro problema que ve con las distancias son las nuevas aperturas: «No van a cerrar los locales que ya hay abiertos y que no cumplen la distancia mínima, pero si uno cierra no podrá ser sustituido por otro nuevo, así que dentro de veinte años nos encontraremos con que la zona de vinos estará por toda la ciudad».
En cuanto a las insonorizaciones, Latorre cree que será un duro golpe para la hostelería en caso de ser retroactiva. En este sentido, el presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería, Cheché Real, coincide: «Hoxe en día arredor dun 60% do orzamento cando se abre un novo local vaise na insonorización». Real no adelantó si presentarán alegaciones y dijo que lo consultarán con los asociados.