Quijote y Sancho, a lo grande, vigilan Os Ancares

Laura López LUGO / LA VOZ

LUGO

Amador Puente

El club celebra su cincuentenario instalando ante el albergue dos esculturas de Amador Puente hechas con vías del tren

13 abr 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Los habitantes de Os Ancares tienen entre ellos desde ayer a dos personajes de excepción: Don Quijote y Sancho Panza. El Club Ancares, que preside Alfredo Sánchez Carro, con motivo de su cincuenta aniversario, instaló ante el albergue Picos de Ancares dos esculturas de grandes dimensiones obra del autor Amador Puente Rico, de Outeiro de Rei.

La curiosidad de estas obras -además de su tamaño, más de cuatro metros el Quijote 2,70 Sancho- es el material del que están hechas: restos de la vía de tren entre A Pontenova y Ribadeo desmontadas hace más de veinte años. Se trata de tornillos, planchas metálicas y las piezas que unen los raíles entre ellos. «Cando era neno ía cos meus avós desde Outeiro a Rábade, á feira, andando pola vía do tren, de aí a miña afección por estes materiais», explica este lucense. A esto se sumaron dos atractivos más: Os Ancares y el Quijote. «Púxenme a facer as esculturas hai uns seis anos con motivo do aniversario do instituto Cervantes, e cando souben este mes que o club celebraba o seu cincuentenario co mes do Quijote, propúxenlles esta idea», continúa. Puente tuvo que limpiar los materiales, retirarles el óxido, darles forma... y calcula que empleó casi 400 horas de trabajo en el Quijote y unas 360 en Sancho.

Dos toneladas de peso

Una grúa transportó esta semana las esculturas, pues pesan dos toneladas cada una, y el Quijote tuvo que viajar acostado debido a su tamaño.

Ayer, después de inaugurar las esculturas, que se quedarán en la zona un tiempo, hubo por la tarde una mesa redonda, en la que participaron, entre otros, Xulio Xiz