La asociación de consumidores Acul defiende en Lugo el consumo moderado de cerveza

L.R. LUGO / LA VOZ

LUGO

PRADERO

Esta tarde ofrecerá una charla en el IES Lucus Augusti a las 19.00 horas sobre hábitos alimenticios saludables

14 mar 2013 . Actualizado a las 21:30 h.

El consumo moderado de cerveza aporta compuestos beneficiosos para la salud. Esa es una de las ideas que defenderá esta tarde la nutricionista y antropóloga Mercé Vidal, en la charla que ofrecerá esta tarde, a las 19.00 horas en el IES Lucus Augusti, de Lugo, organizada por la Asociación de Consumidores de la provincia de Lugo (Acul) a través de la Confederación de Consumidores y Usuarios (Cecu). La experta, que es miembro de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria, desta que la cerveza «es una bebida fermentada de baja graduación alcohólica y con características específicas que le confieren un especial interés nutritivo, por lo que siempre ha estado ligada a la dieta mediterránea clásica». Destaca su bajo contenido calórico, de 45 kilocalorías en 100 mililitros, y nutrientes como vitaminas del grupo B, especialmente ácido fólico, así como fibra, minerales (silicio, potasio, magnesio, calcio y poco sodio).

Evidencias científicas sobre los beneficios de la cerveza

Mercé Vidal explica que, desde su origen hace miles de años, la cerveza no sólo ha sido una parte importante de la dieta de diferentes civilizaciones, sino que además ha estado muy vinculada a diferentes fines terapéuticos. Desde los sumerios hasta los monjes de la Edad Media ?responsables de la introducción del lúpulo como ingrediente-, pasando por los imperios romano y griego, existen referencias históricas que demuestran cómo diferentes civilizaciones consideraban esta bebida como parte de su alimentación y la utilizaban con fines medicinales e, incluso las mujeres egipcias, con propósitos cosméticos.

En España, se han encontrado los restos arqueológicos de la cerveza más antigua de Europa. Ya en el siglo XVI, con la llegada del reinado de Carlos V, gran impulsor de esta bebida, creció su popularidad. En 1516 redactó la denominada «ley de la pureza» en la que se establecía que sólo podían utilizarse como ingredientes agua, malta de cebada y lúpulo, instaurando así un marco de elaboración que ha perdurado hasta el día de hoy.

Además de todas estas referencias históricas sobre los usos terapéuticos de la cerveza, numerosos estudios científicos recientes han coincidido en señalar las propiedades saludables del consumo moderado de esta bebida, siempre que sea realizado por adultos sanos y dentro de una dieta equilibrada, según expone la expecialista, que detalla algunos:

·Salud cardiovascular: Diversas investigaciones han demostrado que el consumo moderado de cerveza podría tener efectos antiinflamatorios, podría aumentar de forma significativa los niveles de colesterol HDL y participar en la protección del organismo frente a enfermedades cardiovasculares.

·Cerveza y salud ósea: Estudios científicos recientes han sugerido que la ingesta moderada de bebidas con bajo contenido alcohólico podría estar relacionada con un efecto beneficioso sobre la salud ósea. De hecho, la cerveza contiene silicio -un mineral que promueve la densidad ósea y evita la pérdida de hueso- y fitoestrógenos naturales, que podrían estar asociados a la mejora de los síntomas de la menopausia y la prevención de la osteoporosis.

·Cerveza y salud neuronal: Numerosos estudios sugieren que el consumo moderado de cerveza podría ser tenido en cuenta en los hábitos dietéticos de la población como un posible factor protector contra enfermedades degenerativas, puesto que el silicio contenido en la cerveza, podría llegar a reducir la biodisponibilidad de los metales tóxicos que provocan estas enfermedades.

·Cerveza y sistema inmune: Diversas investigaciones nacionales confirman que la cerveza podría mejorar la respuesta del sistema inmune contra los agentes responsables del desarrollo de enfermedades infecciosas.

·Cerveza y efectos antiinflamatorios: La cerveza se diferencia del resto de bebidas alcohólicas por el empleo del lúpulo como materia prima esencial. Numerosos estudios han concluido que el lúpulo posee propiedades antibacterianas y antiinflamatorias que ayudan a prevenir enfermedades relacionadas con el envejecimiento.

·Cerveza y dietas hiposódicas: La cerveza es una bebida con muy bajo contenido en sodio. Además, la relación de potasio a sodio es de 15.7, lo que le confiere un fuerte poder diurético. Estos valores hacen que la ingesta moderada de cerveza pueda ser incluida en dietas hiposódicas.

·Cerveza y salud gástrica: El consumo moderado de algunas bebidas como el vino, la cerveza o la sidra, por el incremento en la secreción de ácidos gástricos y su ayuda para la aceleración del vaciado gástrico, podría disminuir en un 17% el riesgo de infección por Helicobacter Pylori, agente implicado en la úlcera gastroduodenal.

·Alto contenido en fibra: Diversas investigaciones han confirmado que la ingesta de fibra ayuda a evitar el estreñimiento y contribuye a la disminución de la hipercolesterolemia. El consumo moderado de cerveza podría ayudar a cubrir los requerimientos de fibra soluble, siendo la bebida de mayor aporte de este nutriente a nuestra dieta.

·Baja aportación calórica: La cerveza contiene 45 kcal. por cada 100 ml., es decir, 90 kcal. por caña. La cerveza sin alcohol aporta 17 kcal. por 100 ml. Estudios científicos han demostrado que las razones de la llamada ?curva de la felicidad? son una alimentación desequilibrada, la falta de ejercicio y, en algunos casos, la información genética.