Titulares de farmacias de la provincia se reunieron ayer en asamblea en la sede colegial para analizar los efectos del nuevo decreto de reforma sanitaria. La nueva normativa contempla una modificación de la escala de deducciones, que ha generado una amplia polémica entre el colectivo. Para algunos, el cambio en la baremación, es muy positivo para aquellas farmacias pequeñas, cuya viabilidad está en entredicho. Sin embargo, desde otros sectores, se critica que sean las oficinas de mayor facturación las que deban asumir la diferencia, dado que no introduce cambios en el importe global de la recaudación, que será el mismo.
Las farmacias con cierto volumen de facturación consideran que no tienen que financiar a aquellas que son más pequeñas.
En la asamblea la junta directiva que preside Ana Prieto analizó punto por punto el Real Decreto 16/2012, de Medidas urgentes para garantizar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud y mejorar la calidad y seguridad de las prestaciones, en los artículos que afectan a las farmacias.
Uno de los más polémicos es el ya citado, que establece los márgenes, deducciones y descuentos que establece una serie de baremos según los ingresos de la oficina de farmacia.
Viabilidad
Los cambios normativos de los últimos meses afectaron a la viabilidad de unas 3.000 farmacias en España, que tuvieron que recurrir a créditos, pólizas, anticipos e hipotecas, entre otras medidas, para conseguir financiarse.
A finales del pasado año las farmacias lucenses se vieron obligadas a adoptar medidas, tras el anuncio de la Xunta de aplazar el pago de la factura farmacéutica del mes de noviembre y abonarla en el transcurso de los seis primeros meses de este año. La situación obligó a los colegios a adoptar medidas que permitieran a las farmacias poder afrontar los gastos de funcionamiento, ante la ausencia de ese ingreso. En el conjunto de las 182 farmacias de la provincia de Lugo representaba aproximadamente nueve millones de euros.