El hotel eliminará el «muro de la vergüenza», según el Concello

Xosé Ramón Penoucos Blanco
x. r. penoucos SARRIA / LA VOZ

LUGO

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La licencia es legal y el proyecto creará empleo, según asegura el alcalde

20 abr 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

El Concello de Sarria defendió que su actuación para conceder la licencia a un hotel de tres estrellas en la Travesía dos Fornos fue completamente legal en contra de lo que afirma el grupo socialista. «Tiene todos los informes favorables y no tiene ninguno en contra», dijo el alcalde, José Antonio García.

El regidor definió esta actuación como «un proyecto que eliminará el muro de la vergüenza más grande que existe en el casco histórico de Sarria», manifestó José Antonio García, quien añadió que este proyecto supone una inversión de más de medio millón de euros que servirá para adecentar la zona más próxima al Concello al mismo tiempo que crea riqueza y puestos de trabajo en Sarria. «No podemos poner ni un solo pero a una iniciativa privada de este tipo y menos en estos tiempos tan delicados».

José Antonio García atacó con dureza al ex regidor, Claudio Garrido, al que acusó directamente de «utilizar al PSOE como ariete en una guerra particular que mantiene con un vecino al que acosó cuando era alcalde y que le llevó ante la justicia por una presunta actuación en la que Garrido está acusado por prevaricar».

En lo que compete al caso particular del muro que Garrido defiende que es un bien municipal, José Antonio García aseguró que «el portavoz socialista confunde este muro con la muralla de Lugo y por una cuestión personal contra un vecino. La única realidad es que el proyecto es perfectamente viable desde que volvieron a entrar en vigor las normas subsidiarias y su ejecución supondrá acabar con un caso clamoroso de feísmo que Garrido fue incapaz de solucionar durante cuatro años a pesar de disponer de más presupuesto que ningún gobierno municipal».

El muro que ha levantado esta agria polémica entre gobierno y oposición pertenece a una vivienda que en su momento adquirió el Concello y de la que solo queda en pie una pared. La casa fue demolida hace más de una década para poder construir una plaza pública y desde ese momento no ha sufrido ninguna modificación.