El Magdalena sigue con vertidos mientras se presentan denuncias

Xosé María Palacios Muruais
xosé maría palacios VILALBA / LA VOZ

LUGO

Personal de la Xunta y del Seprona tomó datos del río vilalbés, y los pescadores temen que la situación continúe

25 mar 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

La situación creada anteayer en el río Magdalena por los vertidos aparecidos en aguas abajo de la depuradora del polígono seguía dándose ayer por la mañana. Según testimonios recogidos, los vertidos seguían contaminando un tramo del cauce anterior a la playa fluvial y al área recreativa; sin embargo, existe el temor de que el problema se extienda aguas abajo y llegue incluso al Ladra, nombre que recibe el río tras la confluencia del Magdalena y el Trimaz.

Mientras tanto, la situación, descubierta anteayer por la tarde un pescador que practicaba su afición y que de inmediato dio el aviso de lo que ocurría, fue trasladada a personal de la Xunta y del Seprona, que a su vez se trasladaron al lugar en el que se había descubierto el problema.

Así las cosas, el problema ha derivado en la presentación de denuncias por lo ocurrido, aunque ni siquiera ese trámite ha evitado la preocupación de pescadores, que temen un estancamiento de la situación. La problemática no es nueva en el municipio, dado que el mal funcionamiento de la depuradora que trata las aguas del casco urbano genera, desde hace ya varios años, inconvenientes que se notan cuando caen lluvias intensas.

Rasgos distintos

Como en ese caso, lo ocurrido ahora en el río Magdalena aparece cerca de una depuradora, la que trata las aguas del polígono de Sete Pontes, si bien el origen y los rasgos de la problemática son distintos. En primer lugar, al vertido se le atribuye un origen industrial, por lo que el contenido de las sustancias contaminantes es también diferente. En segundo lugar, la contaminación derivada de la depuradora del casco urbano se plantea, no siempre pero sí en una gran parte de los casos, en momentos de intensas precipitaciones: las instalaciones son incapaces de retener y de tratar la totalidad del agua, que acaba llegando al río sin depurar. La solución prevista es la construcción de un pozo de tormentas, pero no se ha ejecutado todavía.

En este caso, en cambio, el vertido ha aparecido en circunstancias que son precisamente las contrarias, con una sequía que se arrastra desde hace semanas. De todos modos, en pescadores de la zona reina la preocupación por lo ocurrido y por la posibilidad de que el actual estado se prolongue o sea el inicio de unos problemas que ya resultan conocidos.