El sector, en auge, se ha mantenido al margen de la burbuja inmobiliaria
18 mar 2012 . Actualizado a las 07:05 h.«Un arquitecto que restaura viviendas es como un sastre que hace trajes a medida». Así define Antonio Tort su profesión, por la que siente un amor incondicional y a la que cada vez se suman más adeptos. La provincia se ha subido al tren de la restauración; es más, dice Tort, arquitecto lucense especializado en este sector, que cada vez hay una mayor sensibilidad por lograr casas sostenibles, ecológicas y en sintonía con el entorno.
Se trata, en cierta medida, de una vuelta a las raíces. Además, hay que tener en cuenta que este sector se ha mantenido al margen de la burbuja inmobiliaria y los precios no han variado en los últimos años. Y Tort explica por qué. «La burbuja siempre trabajó con crédito. Hubo mucha gente con sueldos de mil euros que se metieron a comprar pisos de 300.000 euros. En la restauración se gasta menos. En su mayoría es gente también con ese mismo sueldo, que tiene unos pequeños ahorros y se mete a un crédito asumible. Eso es más realista», cuenta.
Una buena planificación permite, según Tort, comprar una casa, restaurarla y equiparla por entre 120.000 y 180.000 euros. Eso sí, se tarda entre año y medio y dos años.
Por las manos de este arquitecto han pasado todo tipo de construcciones: casas, iglesias, molinos... y «nunca se me resistió nada», afirma. Su máxima es realizar una «restauración natural», es decir, adaptarla a la personalidad de sus moradores, pero conservando su esencia, esto es, que los vecinos del lugar puedan reconocer la casa después de la intervención.
Y los clientes son cada vez más sensibles: «Aumenta el interés por restaurar viviendas, y que cada vez sean más ecológicas, por ejemplo, piden la recuperación del agua de lluvia», cuenta. Otro dato curioso es que la mitad de los que acuden a este estudio de arquitectura son extranjeros, «y se preocupan mucho por respetar el entorno, apostando por ventanas en madera o cocinas económicas».
Importancia de la madera
De hecho, Tort es un amante de los materiales naturales y sus obras se basan en la madera, piedra y pizarra o teja (dependiendo de la zona). «Antes, la frase que más oía cuando me venían a pedir una restauración era: ?Mételle aí unha placa?, y ahora se dan cuenta de que el hormigón puede estar bien para los cimientos, pero es mucho más saludable la piedra y la madera. Debemos recuperar lo que fuimos».
Su amor por los materiales naturales le viene ya de sus años de estudiante. Terminó Arquitectura en Vigo en 1990, pero en los últimos veranos de su carrera estuvo trabajando con Xaime Garrido, especialista en investigación histórica. «Me hizo ver la arquitectura de otra manera y me inculcó el cariño por las piedras viejas», recuerda.
Tort cuenta que la madera es el material ecológicamente más sostenible y que pronto se abrirá un mercado grande en la rehabilitación eficiente. Además, destaca la posición estratégica de Galicia en este sector.
«Un cliente me dijo un día: ?Cando precises un paraugas, aquí me tés?. Eso es una gran satisfacción»
Antonio Tort | Arquitecto