A los problemas de Tablicia hay que sumar también los del grupo Finsa, que pretende cerrar antes del 1 de marzo su planta de Mondoñedo, Aglomerados Ecar, que lleva 50 años funcionando. El anuncio, efectuado a finales del pasado mes de noviembre, coincide con la negociación de un nuevo ERE, en Santiago, para el resto de las empresas del grupo, entre las que se encuentran Finsa de Rábade (antigua Fibranor), la fábrica de Compostela y la de Ourense.
El ERE que están negociando las partes sería el tercer expediente de regulación de empleo en el grupo maderero desde mediados del año 2009, en que se aprobó el primero, con la intención de aplicarlo a partir del 15 de octubre, pero que se retrasó. Fue aprobado después de celebrar un referendo entre la plantilla, que ratificó el acuerdo entre la empresa y el comité, que fue aceptado por los trabajadores.
En enero del 2011 el grupo volvía a iniciar las negociaciones de un nuevo ERE, pese a que en el anterior no había agotado los días que tenía autorizados. Alegaron que la falta de pedidos redujo la carga de trabajo y obligó a paralizar líneas de producción.
Finsa, que opera en mercados internacionales, comunicó recientemente su intención de no retroceder en su decisión de cerrar la planta de Ecar de Mondoñedo. Parece ser que podría recolocar a algunos operarios, se barajan 16, en otras plantas. Con el resto negociarán la extinción de los contratos. Parece que la oferta de partida son 35 días de salario por año trabajado, con un máximo de 18 meses y 32.000 euros.