Casas en peligro y un brigadista herido en Ribeira de Piquín

redacción / la voz

LUGO

24 oct 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Las llamas siguieron consumiendo ayer zonas de Galicia donde la lluvia se hizo de rogar. El incendio del concello lucense de Ribeira de Piquín, declarado de nivel 1, era el único que permanecía activo la noche de ayer después de arrasar 80 hectáreas, según Medio Rural, aunque el sindicato CIG cifró el área quedada en 500. Un capataz de brigada resultó herido al quemarse en una mano y fue atendido en el Punto de Antención Continuada de Meira. El fuego llegó a amenazar las casas y los vecinos vivieron momentos de pánico. En el núcleo de Vilarpescozo el fuego quemó tres alpendres. Las llamas llegaron a la zona de Moleiras, donde destruyeron una construcción deshabitada. Los bomberos de Vilalba llegaron a apreciar 25 focos distintos, según datos de la Diputación de Lugo.

El fuego de Outeiro de Rei (Lugo), que quemó 40,50 hectáreas, fue controlado ayer, como cuatro incendios de la provincia de Ourense: Castro Caldelas, Chandrexa de Queixa, Manzaneda y Riós. La UME que trabajaba en Chandrexa de Queixa y Manzaneda fue desmovilizada ayer por la tarde, informó la Xunta, que dio por extinguido el fuego de Calvos de Randín (Ourense) tras quemar 50 hectáreas.

Los incendios de Tralaveiga (O Vicedo) y Noceda (Ribadeo) obligaron desplegar efectivos. Pero fue el de Lourenzá el que puso en peligro viviendas que finalmente no fueron desalojadas. La intervención de los vecinos con cisternas evitó que el fuego alcanzara una masa forestal.

Las llamas se cebaron con Lalín. Entre las parroquias de Zobra y Vilatuxe se quemaron 150 hectáreas de la Red Natura. El fuego se acercó a la aldea de Moa (Vilatuxe) y afectó al tendido telefónico, dejando sin servicio a vecinos. Y en Bendoiro se quemaron 30 hectáreas.

No se libró la parroquia carballesa de Sofán. Y A Carracha, Os Carrís, Monelos, As Bouzas y A Ribeira también se vieron afectados por el fuego.

Información elaborada por las delegaciones de La Voz