Evita 11 años de cárcel porque su novia inventó una violación

x. carreira LUGO / LA VOZ

LUGO

El tribunal dice que la versión de la supuesta víctima es inverosímil

04 sep 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Esta misma semana se conoció que una mujer denunció falsamente a su novio. La narración preparada por quien se hacía pasar por víctima fue estremecedora: fue golpeada con toallas mojadas. Según ella, la brutalidad del ataque la dejó inconsciente. Finalmente, la Justicia determinó que todo se lo había inventado. Ahora, sale a relucir una sentencia que absuelve a un joven que había sido acusado falsamente por su compañera de violación. El alto tribunal lucense le compensa la incómoda situación de verse en un banquillo haciendo frente a una petición del fiscal de once años de cárcel.

De acuerdo con la acusación efectuada porel acusador, los hechos sucedieron en la tarde del 24 de septiembre de 2008. La presunta víctima se encontraba sola en su domicilio con su novio, con el que llevaba dos meses de relación. Tras la cena, él le propuso mantener relaciones sexuales; sin embargo, ella se negó porque su madre le había pedido que estuviera en casa antes de las ocho de la tarde.

Ante la negativa de la novia, el acusado cerró la puerta de la habitación por dentro, la amarró encima de la cama, la sujetó fuertemente por los hombros, la despojó de parte de sus ropas y la agredió sexualmente a pesar de la oposición de la víctima.

Esa era la acusación del ministerio público. Sin embargo, la Audiencia, en la sentencia, establece que tal versión es completamente falsa y absuelve al imputado.

El ponente no se anda por las ramas a la hora de enjuiciar la actitud mantenida por la que se proclamaba víctima de los hechos. «Sus declaraciones -recoge la sentencia- adolecieron de la necesaria verosimilitud y persistencia en la incriminación». Los datos periféricos existentes, recoge el fallo, llevan «a la aparición de muy serias dudas acerca de lo realmente ocurrido».

Asegura la sentencia que no puede corroborarse que hubiese forzamiento por parte del acusado a la presunta víctima. Hubo testigos que ni tan siquiera recordaban que los dos estuvieran juntos la noche en que ocurrieron los hechos. Tampoco escucharon gritos o ruidos procedentes de alguna de las habitaciones del piso.

Recuerda el ponente que la presunta víctima, revisada horas después de denunciar lo ocurrido, no presentaba lesión alguna externa y tampoco fue apreciada ninguna erosión, a pesar de que ella declaró que el acusado la había agarrado fuertemente por los brazos.

Destaca también la sentencia que la acusada, en el transcurso de su declaración el día del juicio, mostró un cúmulo de contradicciones muy llamativas. Asimismo, el tribunal detectó ambigüedades, dudas y hasta contradicciones en diversos aspectos.

El ponente asegura que no es posible llegar siquiera a la conclusión de la existencia de relaciones entre la pareja ese día. La denunciante, en ocasiones, dijo que era la primera vez que se acostaba con su novio, y otras dijo que ya lo había hecho otras veces. También señaló en algún momento que primero habían cenado y que después había sido agredida, y en otras ocasiones contó que había sido al revés.

Sus declaraciones, dice la sentencia, resultaron poco firmes, claramente contradictorias y poco persistentes en elementos de su contenido y «huérfanas de la coherencia mínimamente exigible».

El fiscal, además de los once años de cárcel, había pedido que el acusado indemnizase a la víctima con 6.000 euros por daño moral y al Sergas con 475 por la atención a la víctima el día en que ocurrieron los hechos que dieron lugar al juicio.

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