San Marcos, protagonista de la historia de Lugo y de España

Sergio López LUGO / LA VOZ

LUGO

Un libro hace una biografía de una de las arterias de la capital

08 jun 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Las nuevas generaciones la conocerán sin coches, los adolescentes ya la vieron con vehículos y amplios jardines, los de mediana edad aún recuerdan los viejos ultramarinos próximos a la Diputación, y los más mayores podrán hablar de ella imaginando aquel muro que cercaba el edificio provincial. La calle San Marcos es la arteria y principal nexo de unión entre todos los lucenses. Cuando Lugo creció hacia Acea de Olga los nuevos habitantes la cruzaban para ir hacia la avenida de A Coruña, cuando el polígono de O Ceao abrió sus puertas, su calle dirigía hacia esa zona norte de la ciudad. Fue el patio de recreo de muchos estudiantes y un lugar de paseo de adolescentes en aquellas tardes sin televisión. Por eso Julio Reboredo le dedica ahora un libro, porque es parte de la historia de los lucenses. Lleva viviendo en ella desde que nació, y quiere que la etiqueta «San Marcos» perdure en el tiempo.

En «Por la calle de San Marcos» Reboredo hace un repaso histórico a la vida de esta arteria. A distinguidas personalidades como Isabel II, Alfonso XII o Nicolás Salmerón. A lucenses ilustres como Nemesio Cobreros, Juan Montes o Amor Meilán. Y sobre todo, a los que hicieron que San Marcos fuese ganando peso en la historia de Lugo.

Lo hace destacando el importante papel que jugó en esta historia el edificio de la Diputación Provincial. Por delante de él pasaron los militares lucenses que en 1896 partieron en un barco hacia A Coruña para participar en la guerra de Cuba. Luego, algunos de los que volvieron colaboraron en las obras para el ajardinado de la calle.

Cultura y comercio

También aparece en la historia aquel momento en el que una suscripción popular sufragó los costes de la colocación del busto de Juan Montes y Capón en la parte alta de la plaza de Santo Domingo. Figura que vio como crecía el número de vecinos cuando en 1929 se construía el edificio número 1 de la calle. El que daba paso a San Marcos desde Santo Domingo.

Hoy se ubica en sus bajos una zapatería y una de esas tradicionales tiendas de ultramarinos que tanto han marcado el día a día de la sociedad lucense. Sin embargo, en sus comienzos vivieron en ella los oculistas Leopoldo Gasalla y Pablo Díez del Corral, ilustres en la ciudad.

Se dice que en ella también vivió (en el número 27) un mallorquín enviado a Lugo como castigo por haber sido capitán del ejército republicano. Aunque seguro que a menudo se levantaba de malhumor porque en uno de los laterales de la Diputación se instaló el cuartel de Carlos Azcárraga. Un enclave en el que a primeras horas del día resonaban los cantos franquistas de los militares.

Aunque todo este ir y venir de lucenses no tendría sentido si nadie se acordase de La Sucursal, la zapatería Boston, Almacenes San Marcos, el restaurante La Barra, el laboratorio Cajal, o tantos y tantos comercios de la capital que hoy sestán en otras calles o han desaparecido.