El Concello de Castro de Rei está tomando medidas para atajar problemas en la red de agua, una cuestión que durante este mandato ha sido uno de los quebraderos de cabeza del gobierno local y fuente de no pocas preocupaciones para vecinos del término municipal.
Por un lado, en el depósito de Ramil -que suministra agua a esa parroquia, a las de Azúmara y Viladonga y a parte de Goberno- se están colocando motores nuevos. Los trabajos se acometen con fondos del Concello, que destina a ese fin unos 13.000 euros.
Por otro, una medida que se llevará a cabo próximamente será la automatización de algunas funciones en el depósito de Quintela, del que se abastece buena parte del municipio, incluido el polígono de Castro de Ribeiras de Lea. El alcalde, Juan José Díaz Valiño, manifestó que así se evitaría la necesidad de acudir a diario a ese lugar -al que se desplazan, dijo, tanto operarios del Concello como la concejala responsable, Ana Canto- y se recuperaría un sistema que ya funcionó en el pasado.