La tensión ya llegó a Castro de Rei antes de la campaña

La Voz

LUGO

15 may 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

El 2007 fue trascendente en Castro de Rei. El PP perdió una mayoría absoluta que no le faltaba desde 1991, y la corporación pasó a contar con cuatro fuerzas, situación que no se daba desde 1987. Pero la principal novedad residió en la llegada del PSOE a la alcaldía, con Juan José Díaz Valiño al frente.

Su elección fue un avance de lo que ocurriría en el mandato. El BNG apoyó a Valiño; pero no entró en el gobierno, reducido a cinco representantes en una corporación de trece. A los cuatro socialistas y a Roberto Lorenzo, elegido por TEGA tras haber sido edil con el PP, no se les unió el Bloque, con dos concejales, hasta septiembre del 2009.

Sin embargo, la seguridad de ese tripartito de PSOE, TEGA y BNG duró apenas año y medio: Antonio Balado dejó el PSOE y se convirtió en no adscrito en marzo de este año, y el debate de los presupuestos, celebrado en abril, supuso la ruptura total: tras rechazar la propuesta del alcalde, Lorenzo puso sus delegaciones a disposición de Valiño, que retiró las atribuciones al BNG, cuya postura también había sido de rechazo. Solo en el 2007, gracias a la abstención del PP, y en el 2009 se aprobaron los presupuestos del correspondiente ejercicio.

El centro de recría que la Diputación construirá en Castro de Ribeiras de Lea se ha convertido en uno de los principales proyectos para el municipio, que también confía en el organismo provincial para mejorar una red de agua hoy insuficiente. El traslado de los internos del centro rehabilitador San Rafael, decidido tras el acuerdo entre la Diputación y la Xunta, ha abierto incertidumbre sobre el futuro del edificio, pero también ha dado argumentos contra la Xunta al gobierno local, que la acusa de variar su postura.

Valiño repite en el PSOE, algo que también ocurre en el BNG, encabezado de nuevo por Jorge Balado. Los populares han relevado al veterano Arturo Pereiro por Francisco Balado, número dos en el 2007, y logrado el regreso de Lorenzo tras la marcha de hace cuatro años, decisiva para privar al PP de la mayoría. Pero tampoco el mandato ha sido cómodo para el partido de la gaviota, con la renuncia del edil José Ónega y el indisimulado comentario que colocó a José Modia, ex alcalde de Triacastela, como candidato deseado aunque finalmente frustrado.

El dilema parece claro: al PP solo le vale la mayoría absoluta, mientras que PSOE y BNG podrán compartir acuerdos y desacuerdos si a cambio logran mantener el gobierno.

Frente judicial

Pero las polémicas no se ventilaron solo en el municipio. Una investigación judicial llevó a detener, en el otoño del 2009, al regidor y a tres ediles -Antonio Balado (PSOE), Ana Canto (PSOE) y Lorenzo (TEGA)- por un presunto caso de tráfico de influencias.