«Me escapé por una ventana porque me obligaban a acostarme con hombres»

La Voz

LUGO

11 may 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

La víctima contó a la policía y al juez en varias ocasiones su dramática versión. Con 17 años decidió viajar a España porque en Rumanía conoció a un joven que le facilitó el teléfono de una prima suya, llamada Iulaina B (imputada en la causa) que se encontraba en Monforte. La llamó y le dijo que se viniera que tenía trabajo para ella cuidando niños.

La muchacha no lo dudó y se subió a un autobús junto a su amigo. Tras atravesar toda Europa llegaron a Madrid donde los recogió el empresario monfortino imputado. La víctima explicó que durante dos semanas estuvo residiendo en la casa de Iuliana, un piso que le había alquilado su jefe José Luis R.M. «Durante ese tiempo no me dejaban salir, aduciendo que me encontraba en situación ilegal», explicó.

Después de marchar el joven que la había acompañado desde Rumanía, se presentó en la casa otro de los imputados, José Luis G.V. y la trasladó a un club de alterne. «En el momento de llevarme me dijeron que tenía que ganar 6.000 euros para entregárselos a Iuliana», aclaró.

En el club vigués estuvo un par de noches y, según contó, no se acostó con nadie. Un hombre pagó 300 euros por sacarla del club y llevarla a un hotel. Cuando estaban en la habitación le contó su situación y decidió devolverla nuevamente al burdel.

Regresó de nuevo a Monforte para estar otra temporada en la casa de Iualiana. Aseguró que estuvo encerrada en una habitación bajo llave para que no saliera. Días después culpó a José Luis R.M., de llevarla al Queens para prostituirse, después de que Iuliana hablara con el propietario del establecimiento, José Manuel García Adán que, por cierto, fue trasladado ayer a Lugo para prestar declaración en el juicio.

Retenidos los pasaportes

Permaneció unas semanas en el club de Lugo y un fin de semana volvió a Monforte para descansar. Tres días más tarde intentó fugarse de lo que ella consideraba un cautiverio, sin embargo fue sorprendida cuando se encontraba con la maleta ya hecha por Iuliana que supuestamente le rompió el móvil y le dijo que tenía contactos en Rumanía que podían causarle mal a su madre.

A los pocos días intentó escapar de nuevo. Saltó por una claraboya y acabó en la calle, concretamente en el bar donde estaban unas camareras que conocía y a las cuales les contó su situación. También informó a un policía.

Señaló en sus declaraciones que, poco después de llegar, le retiraron el pasaporte y también una partida de nacimiento. Ésta documentación, supuestamente, se la entregó Iulaina al empresario acusado para que se quedara con ella. Cuando su propietaria la reclamó, su compatriota supuestamente le dijo que, para recuperarla, tenía que pagarle 6.000 euros. La joven acabó marchando a Guadalajara donde tenía un primo.