Del resumen de inspecciones y controles llevados a cabo por la policía lucense en los clubes de alterne de su demarcación, entre 2001 y 2010, se desprende que solo la actividad realizada se asemeja a la que debería ser normal en los años 2006 y 2007. En dicho bienio hicieron 13 controles. El resto de los años, únicamente materializaron una inspección y, a lo sumo dos. Así, no es de extrañar que en siete años aparezca registrada solo una al Colina, de Outeiro de Rei, club relacionado con José Manuel García Adán.
En dicho período de tiempo hubo cuatro controles en el Queens, otro de los clubes del presunto cabecilla del entramado. La primera de las inspecciones fue a media tarde del 26 de noviembre de 2003 y se desarrolló conjuntamente con el Eros y el Tritón. En el club de Rozanova, en o Ceao, fueron identificadas seis mujeres y detenidas siete porque se encontraban en situación ilegal.
En los clubes de Adán
Tras este registro, la policía pasó tres años sin ir por el Queens. Lo hizo de nuevo el 4 de abril de 2006. En este caso, la redada fue realizada por cinco agentes que identificaron a tres personas y detuvieron a trece.
Al año siguiente, en 2007, el 15 de febrero, hubo otra intervención en los clubes de Adán. Esta era la primera vez que hubo redada en La Colina. El resultado fue de 23 personas detenidas; diez, lo fueron en el Queens y el resto, en el segundo local. Todas las mujeres detenidas fueron puestas en libertad.
La última de las visitas que la policía efectuó al Queens fue a mediados de febrero de 2009. En la operación fueron identificadas 25 personas y el responsable del local. Hubo siete mujeres detenidas.
Diversas fuentes indicaron que estas inspecciones en los clubes implicados en la trama de la Carioca podrían ser un simple paripé. No hay que olvidar que hay diferentes referencias a lo largo de la investigación que apuntan a que los responsables del establecimiento recibían chivatazos previos de estas visitas. En conversaciones telefónicas, Adán incluso llegó a quejarse de la frecuente visita de algunos agentes porque le espantaban a las mujeres.
Se da la circunstancia, por otra parte, de que la Guardia Civil no llegó a pisar, para la realización de controles, ninguno de los clubes que clausuró la jueza con la excepción del Colina al que los agentes fueron una vez, en noviembre de 2008 y no por iniciativa propia sino como consecuencia de una ciudadana brasileña que denunció ser objeto de maltrato. Esta puede ser una de las actuaciones que puede traerle consecuencias penales a alguno de los guardias que se encuentran actualmente imputados. En su momento, parece que el cabo de la Guardia Civil lucense Armando Lorenzo fue interrogado por esta falta de controles y, según algunas fuentes, habría respondido que no eran competencia de la Guardia Civil sino del Cuerpo Nacional de Policía.