Castiñeira afea a Orozco que tilde a Feijoo de «tahúr del Misisipi»
04 may 2011 . Actualizado a las 06:00 h.-E logo, ¿que hai que ver?
-O que hai é que están en campaña.
Los veteranos lucenses que a mediodía de ayer pasaban por la plaza de Santa María sacaron sus propias conclusiones al ver al candidato socialista a la alcaldía de Lugo, José López Orozco, bajo la carpa que cubre la piscina romana en restauración. «O que hai é que están en campaña», repitió, por si no quedaba claro, el más cachazudo de los contertulios. Y no le faltaba razón, aunque con matices, porque el aspirante popular a la presidencia de la corporación municipal, Jaime Castiñeira, pasó el día en Santiago, dedicado a sus cosas de diputado. Pero dejó oír su voz, para reprender al socialista Orozco por calificar al presidente de la Xunta de «tahúr del Misisipi». En el PSOE no hubo ayer ocurrencias así; tomó el relevo el Bloque, que por boca de Antón Bao recomendó a Feijoo «que se preocupe máis das listas do paro e menos das listas máis votadas».
La política lucense, ya se sabe, tiene sus peculiaridades. Cuentan que ayer Ramón González, cabeza de lista del Partido Galeguista Demócrata, definió esta opción como la encargada de aportar «savia nova» al Ayuntamiento. González, hombre de larga experiencia vital, debió dejar así desarmados a sus contertulios en la sede de Auxilia, en el debate promovido con motivo de las próximas elecciones. González, político vocacional, se ve con dos concejales en el Concello después del 22 de mayo. Hay quien dice que ni a Orozco ni a Castiñeira les ha hecho gracia la presentación de la lista de PGD, por lo que pueda suponer de desequilibrio en el reparto del voto. En todo caso, Castiñeira ayer no pudo decírselo a González porque no asistió al debate en Auxilia (Orozco, sí). Anotan los populares que el PP intentó que el encuentro se celebrase otro día, pero la asociación no quiso.
Aunque estuvo por Santiago, el candidato popular le envió mensajes a su rival socialista, para afearle que vaya por ahí diciendo que Feijoo, presidente de la Xunta y del PPdeG, se comporta con Lugo como un «tahúr del Misisipi». De este modo, según parece, quiso decir que Feijoo pasa mucho por Lugo pero no adquiere compromisos. Castiñeira se tomó a pecho el asunto y respondió en tono muy serio que tales declaraciones de Orozco «non son propias do representante dos lucenses, senón dun candidato en apuros ao que non lle saen as contas e que anda moi nervioso». Le hizo el favor al alcalde de recordar que igual definición (tahúr del Misisipi) le dedicó Alfonso Guerra (uno de los grandes del PSOE) al entonces presidente del Gobierno, Adolfo Suárez (el hombre que pilotó la Transición).
El voto de la tercera edad
Los socialistas, que se olían la respuesta, lanzaron al tejado de la Xunta la pelota de la demandada residencia de ancianos de Lugo. Encargaron el trabajo a la concejala de Benestar Social, Carmen Basadre, que echó mano de las estadísticas y contó cuántos ancianos solos hay en Lugo. El PP, en una clara confusión de funciones de los distintos poderes, afirmó: «Xa hai unha residencia de maiores comprometida polo Parlamento para Lugo, pese a que o PSOE non votou a favor».
Al candidato popular le llueven andanadas desde las filas socialistas, pero también desde las nacionalistas. El aspirante Antón Bao (BNG) siguió la huella del socialista Lino González y manifestó que con su reiterada presencia en la ciudad amurallada Núñez Feijoo «demostra moi pouca confianza no seu candidato en Lugo». Dijo Bao que a Feijoo le preocupa más que gobierne la lista más votada («sabe que non ten nada que facer en Lugo») que la del paro.
Imputados
En la izquierda que es EU lanzaron ayer un dardo que seguramente levantará algún sarpullido. El candidato Carlos Portomeñe dijo, después de reunirse con los representantes de los funcionarios municipales, que echa en falta que los tres grandes partidos hablen de los imputados que hay por distintos asuntos en el ámbito municipal.
Los dos veteranos lucenses que se interesaron ayer por la piscina romana siguieron camino hacía Bispo Basulto. «É a campaña. iso é o que é», decía uno de ellos.