Trece años para un marroquí que violó a un menor en Recatelo

lugo / la voz

LUGO

El muchacho no pudo resistirse porque el condenado le colocó en el cuello un cuchillo de unos 20 centímetros

06 mar 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Un joven marroquí de 21 años, O.A., fue condenado a trece años de cárcel por la Audiencia Provincial de Lugo al considerarlo autor de un delito de agresión sexual. La víctima fue un menor con el que coincidió en un piso de Recatelo, en Lugo.

Los hechos ocurrieron el 21 de junio de 2008. Esa noche un joven menor se quedó a dormir en la casa de una amiga en la que también estaba el acusado que se encontraba en situación ilegal en España y que ya tenía una condena de dos años de prisión por un robo con violencia e intimidación.

En hora no determinada de la noche, el menor que estaba en un sofá se despertó y vio que el acusado se encontraba masturbándose y que, seguidamente, cogía un cuchillo de unos 20 centímetros de hoja para exigirle que se bajara los pantalones y también se masturbara con él. A continuación, le colocó el arma blanca al cuello y le exigió que le practicara una felación. Cuando acabó, intentó penetrarlo analmente, pero no lo logró. Cuando acabó le dijo: «nena, ya puedes irte». Como consecuencia de estos hechos, el perjudicado sufre un estrés postraumático.

El ponente apunta en la sentencia que la versión del menor agredido ha resultado plenamente creíble, tanto por lo que relató como por cómo lo contó, «sin intentar recargar las tintas y con el explicable y lógico temor social al hecho de que pudiera trascender la agresión sufrida».

La sala también concede gran valor a los testimonios de los testigos, a pesar de que no vieron los hechos, pero comprobaron el estado en el que se encontraba el menor, abatido, lloroso y sin querer contar lo sucedido. El autor, sin embargo, lejos de dar una explicación a quienes estaban con él, mostró una actitud chulesca.

Negó los hechos

O.A., durante la vista que se celebró a puerta cerrada negó los hechos y dijo que no había estado en la casa donde ocurrieron los hechos. Sin embargo, el tribunal dice no admitir ni la menor discusión sobre su estancia en la vivienda, toda vez que hay numerosos testigos que así lo corroboraron.

El fiscal llegó a imputar al violador, además, de un delito de robo con violencia por entender que también le había llevado el móvil al menor. La sala, no obstante, entendió que no podía condenar al muchacho marroquí por este hecho porque el perjudicado declaró de una manera «confusa y atropellada» que el móvil se lo quería coger para llamar a Maruecos y que él no se lo dejaba. Dijo también que luego se lo cogió, pero que no hizo ninguna llamada; que luego se lo devolvió, pero que él (la víctima) no lo quiso recoger. El tribunal tampoco declaró probado que le hubiera robado la cazadora al menor como en algún momento manifestó el fiscal del caso.