El próximo domingo, Ribadavia acoge el campeonato gallego de cros. El año pasado, el campeón fue un lucense, Rubén Castro, que este domingo no podrá revalidar su título. Y tres de los aspirantes a sucederle también representan a la ciudad, aunque desde diferentes clubes. Se trata de Carlos Villamor, Gustavo Platas y Manuel Hurtado. Se abren las apuestas.
Optimismo mezclado con cautela, el que muestran los atletas lucenses. En su charla, confirman el buen ambiente que reina entre ellos, aunque, como dice Platas, «en la competición será otra cosa».
Platas asegura que esta prueba no llega para él en el mejor momento de la temporada, después de haber pasado una gripe que mermó sus fuerzas. Aunque el pasado fin de semana en Rábade demostró que está afinando. También mostró sus cartas en el campeonato de cros corto, hace dos semanas, Manuel Hurtado, quien confiesa que le gustaría que los 11 kilómetros del circuito ourensano se convirtieran en alguno más. Y eso que confiesa que no ha preparado el campos traviesa de una forma específica. «Pero acumulo mucho trabajo, entrenando en el Monte Segade, en el Rato, y eso me ha dado fuerza», explica.
Todos apuestan por que el título se quede en Lugo. Pero, como recuerda Castro, que deberá animar a sus compañeros desde la barrera, no será fácil: «Está Lolo Penas, que ya ha participado en el Mundial de cros, y lo pondrá muy duro. Pedro Nimo está bien, después de un año lesionado...». Nombres que encarecen aún más un título que habla a las claras de la fortaleza del fondo en Galicia.
Cartas ocultas
Ninguno muestras sus cartas, aunque la velocidad de Platas, aconseja una preferencia por un final apretado. Al contrario, a Hurtado, un todoterreno con su gran capacidad agonística, le va bien una competición que se endurezca desde el kilómetro inicial.