Siete oficinas de farmacia de la provincia, las de Navia, Cervantes, Folgoso, Quiroga, con dos y Sober, con otras dos, no pueden servir todavía medicamentos expedidos a través de receta electrónica. Según explicó ayer la presidenta del colectivo, Ana Prieto, carecen de esta posibilidad como consecuencia de los problemas de comunicación en la provincia que impiden poner en marcha los dispositivos necesarios. Señaló que están negociando con R la mejor solución para este problema y para el derivado de la lentitud de otras posibilidades como el satélite o el 3G, que causa importantes trastornos a farmacéuticos y a los usuarios.
En las zonas de la provincia en las que existe cable o ADSL las farmacias están funcionando sin ningún problema, según explicó Prieto, pero existen otras, especialmente las de montaña donde existen dificultades para que el sistema esté operativo.
Ana Prieto, que dijo que la receta electrónica supone tratamientos más racionales, manifestó que por el momento tampoco todos los centros de salud disponen de la posibilidad de la receta electrónica y en otros ya no conviven los dos sistemas, el del papel y el electrónico. Para solucionar este problemas existe el centro de dispensación remoto del Colegio Oficial de Farmacia, al que pueden acceder telefónicamente las oficinas para saber los medicamentos que tiene dispensados cada paciente y suministrárselos. El servicio solamente funciona en horario laboral.
La receta electrónica comenzó a implantarse en la provincia en enero del año 2009, en un plan piloto que comenzó en el municipio de Sarria.
En la provincia de Lugo funcionan 180 farmacias, en las que trabajan 320 personas.
La presidenta del Colegio Oficial de Farmacéuticos, que cuenta con 530 colegiados, explicó que en la provincia están pendientes de abrir tres nuevas farmacias. Dos de ellas están pendientes de adjudicación, son las de Friol y Xove y la otra, la de Cospeito, de local.