Casi medio año después del apagón analógico, centenares de vecinos de la Montaña lucense siguen sin ver ninguna cadena de televisión y sin que les den una solución
19 sep 2010 . Actualizado a las 02:00 h.Ni telediario, ni películas, ni partidos de fútbol, ni el Luar del incombustible Gayoso... Centenares de habitantes de municipios de la Montaña lucense, en su mayoría ancianos, llevan cerca de medio año sin poder ver ningún programa de televisión. El pasado 2 de abril, el apagón analógico puso el punto y final a la única forma de ocio que tiene mucha gente mayor que vive en núcleos aislados y con poca población. Semanas antes, el Gobierno central y la Xunta habían garantizado que extenderían la cobertura de la Televisión Digital Terrestre (TDT) antes de esa fecha, pero en muchos casos los trabajos para adaptar o instalar reemisores ni siquiera habían comenzado. En estos cinco meses y medio, el panorama apenas ha mejorado, como denuncian los alcaldes de Pedrafita do Cebreiro, Becerreá o As Nogais, entre otros. «A Xunta só dá largas, di que está mirando como vai facer para dar servizo aos núcleos que non teñen TDT, pero non fai nada», sostiene el regidor de As Nogais, José Luis Coedo.
Al parecer, la mayoría de los municipios ha ofrecido colaboración al gobierno autonómico de cara al montaje de los equipos de reemisión abriendo pista, construyendo casetas e incluso abonando la factura eléctrica. «O que non podemos facer é pagar os equipos tecnolóxicos nin asumir o coste cada vez que se estropee un, como pretendia o convenio da Xunta. E máis en zonas coma esta, onde no inverno vai moi mal tempo e calquera tormenta pode afectar aos reemisores», criticó un alcalde. Varios ni siquiera han obtenido respuesta.
La otra opción que se planteaba era la instalación de equipos de recepción por satélite en cada hogar. En principio, esa posibilidad estaba pensada para la población de zonas de sombra de TDT. Sin embargo, para que un hogar disponga de este servicio es imprescindible que instale una antena parabólica, un cableado especial y un receptor para cada pantalla de televisión. El coste de la operación se multiplica hasta alcanzar los 600 euros, ya que al precio de los dispositivos hay que añadir los gastos de la mano de obra y el kilometraje de los instaladores autorizados, que suelen vivir en villas y ciudades, lejos de los puntos en los que se producen las incidencias. Para muchos ancianos que tienen pensiones pequeñas este desembolso económico es difícil de afrontar.
Aunque desde la Xunta de Galicia se llegó a anunciar que se habilitarían ayudas para las personas mayores que tuviesen que instalar la TDT satélite, distintas fuentes aseguran que éstas no se han materializado. «Hai veciños que as teñen solicitadas desde hai meses e aínda non saben se llelas van dar ou non. Mentres tanto, están sen televisión», criticó un regidor.
A la sombra total se suman los problemas puntuales en la recepción, que al parecer abundan en prácticamente todos los concellos lucenses. «Temos sitios nos que non se ve nin Telecinco nin Antena 3, outros lugares nos que hai problemas coa La 1 e La 2... [...] A xente está moi enfadada porque en moitos casos o día que se lle ve unha non se lle ve outra», detalló el alcalde de Pedrafita, José Luis Raposo.
Pixelada, congelada
A esto se añaden las continuas quejas de lucenses que se suceden a lo largo y ancho de la provincia cuando ven cómo la pantalla de sus televisores se pixela, parpadea, se congela e incluso desaparece en determinados momentos. La llegada del mal tiempo, especialmente del viento y las lluvias, agravará las dificultades, como advierten varios alcaldes lucenses.