Las rubias gallegas se imponen a las asturianas en A Fonsagrada

B. Lázare LUGO/LA VOZ.

LUGO

Los ganaderos de este municipio, el mayor productor de carne, están cambiando de raza debido al crecimiento más rápido de las vacas autóctonas de Galicia

03 sep 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

La raza rubia asturiana de los valles está dejando de ser hegemónica en el municipio lucense de A Fonsagrada, limítrofe con Asturias, en beneficio de la rubia gallega. El principal motivo de este cambio que se está produciendo de forma paulatina es que los terneros de ambas razas de vacuno tienen un peso y un tamaño similar al nacer, pero la autóctona de Galicia se desarrolla más pronto y con un nivel similar de adaptación al terreno montañoso.

Este proceso fue explicado ayer por el presidente de la asociación de criadores Acruga, César Dorado, junto con otros directivos, y por el alcalde fonsagradino, Argelio Fernández, en la presentación de la trigésima quinta edición de las Feiras de Setembro, que se celebran este fin de semana, en las que habrá por primera vez una subasta de ejemplares de la raza gallega, además de la exposición.

Acruga tiene registradas actualmente en su libro genealógico 800 vacas reproductoras en el municipio, aunque el alcalde dijo que, según datos de Extensión Agraria, el número de ejemplares madres puede aproximarse a los dos millares. También aseguró que hay más de 800 explotaciones, que antes eran mixtas y ahora están casi todas dedicadas a la producción de carne de rubia suprema, con un censo de cerca de 8.000 cabezas.

Por motivos de proximidad y tradición, hasta hace poco más de una década la mayoría de las explotaciones tenían todas sus reses de la raza asturiana, que ahora ya es minoritaria con respecto a la gallega. Fernández y Dorado destacaron que se trata de un cambio paulatino debido al arraigo de los ganaderos y al coste que tiene la sustitución de las reses.

Por su parte, el presidente de los criadores señaló que el incremento que se está produciendo en A Fonsagrada es generalizado, de modo que de los 12.500 nacimientos de media anuales que se producían hace cuatro años, pasaron a 17.000, y en lo que va de año el número de socios aumentó de 2.400 a 2.765. César Dorado y Argelio Fernández también coincidieron en destacar las ventajas del convenio de recría que tiene Acruga con la Diputación, que permite incrementar el número de novillas que pueden poner a disposición de los socios, ya que la demanda es mayor que la oferta. Antes, parte de las terneras eran vendidas para carne y ahora Acruga se las compra a sus ganaderos y las tiene hasta que se convierten en novillas y las pone en venta o las subasta, como ocurrirá mañana en el recinto ferial de A Fonsagrada. En concreto, subastará cinco novillas y expondrá 13 reses.