Un juzgado reabre el crimen de O Ceao con la toma de declaración a un posible testigo

X. C. LUGO/LA VOZ.

LUGO

15 ago 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Dieciséis años después de ocurridos los hechos, el doble asesinato de O Ceao resucitó judicialmente. El titular del Juzgado de Primera Instancia número 1 de la capital lucense, Alberto Benéitez Antón, lo reabrió recientemente, siguiendo lo acordado en su momento por la Audiencia Provincial de Lugo. El juez llamó a declarar a un posible testigo que aseguró haber visto en el lugar de los hechos un vehículo con una pareja,

Benéitez Antón actuó con máxima diligencia. Al poco tiempo de conocer la decisión adoptada por la Audiencia, a la cual le puso algunas cortapisas el fiscal jefe, llamó a declarar al testigo que apareció 16 años después. Se trata de un hombre lucense que se presentó ante la hermana de la cajera asesinada cuando esta realizaba una huelga de hambre, el pasado mes de mayo, ante el edifico de la Audiencia.

Para sorpresa de la mujer que reclamaba la atención de la justicia, un ciudadano le contó que el día que ocurrieron los hechos, el 30 de abril de hace ahora 16 años, vio en el lugar un vehículo y una pareja y que cuando se lo contó a un policía, este no le dio ninguna importancia y parece que le aconsejó que no se metiera en problemas.

Este ciudadano fue la pieza que necesitaban los familiares de la pareja asesinada a tiros para que la justicia les volviera a hacer caso. El paso del tiempo y el hecho de que no apareciesen nuevas pruebas (entre otras razones, porque las investigaciones quedaron aparcadas poco tiempo después de ocurrido el macabro suceso) hizo que la justicia dejase de lado la muerte de Esteban Carballedo y Elena López Rodríguez, el reponedor y la cajera del supermercado mayorista Cash Récord ubicado en el centro del polígono industrial de O Ceao. Los asesinos efectuaron disparos a bocajarro a la pareja cuando estaba a punto de cumplirse su jornada laboral.

Posteriormente intervinieron agentes de la Policía Local y también del Cuerpo Nacional de Policía. Todo apunta a que el trabajo de los agentes fue totalmente desafortunado.

Ante el fiscal y el abogado

La declaración del testigo se produjo en presencia del fiscal que se ocupa del asunto y también del letrado que defiende los intereses de los familiares de los asesinados. Apenas trascendieron detalles de lo que contó el hombre llamado por el juez; sin embargo, se supo que dio detalles del color del coche e incluso de la matrícula, que corresponde a A Coruña. Asimismo, explicó que la mujer tenía el pelo rubio, según algunos testimonios.

Sin embargo, no pudo responder a muchas de las preguntas que le plantearon durante el acto judicial, celebrado hace semanas, porque dado el tiempo transcurrido ya no se acordaba.