Cova Eirós, de nuevo tras las huellas del neandertal gallego

Francisco Albo
Francisco Albo MONFORTE/LA VOZ.

LUGO

El martes comenzará una prometedora campaña de excavaciones en el yacimiento paleolítico de Triacastela

05 ago 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El martes próximo comenzará una nueva campaña de excavaciones en el yacimiento paleolítico de Cova Eirós, en Triacastela, que en los últimos años se ha afianzado como uno de los puntos de mayor interés arqueológico de Galicia por tratarse del único lugar conocido del noroeste -y uno de los pocos de toda Europa- que conserva a la vez huellas del hombre de Neandertal y del hombre de Cromañón, el Homo sapiens moderno. El equipo que llevará cabo estos trabajos hasta finales de mes empieza con buenas perspectivas de realizar nuevos hallazgos que contribuyan al estudio comparado del modo de vida de estas dos especies humanas que compartieron el territorio europeo durante miles de años, en la última etapa del Paleolítico Medio.

Según explica el arqueólogo Arturo de Lombera -que codirige los trabajos de campo con Talía Lazuén y Xosé Pedro Rodríguez-, la labor prevista para las próximas semanas consiste básicamente en seguir profundizando las excavaciones practicadas el año pasado, que ocupan en total una superficie de unos once metros cuadrados en diferentes puntos de la cueva.

Para los científicos reviste especial interés el área en la que, en el verano del 2008, se descubrió el primer yacimiento neandertal gallego situado en una cueva y el mejor de todos los de esta especie extinguida que se conocen en el noroeste ibérico. El año pasado, los arqueólogos siguieron profundizando en esa excavación y rebasaron el nivel en el que había aparecido el yacimiento neandertal, una capa de terreno que según las dataciones radiométricas tiene una antigüedad de unos 84.000 años. A partir de la semana próxima, los investigadores continuarán ahondando en el subsuelo de la cueva y retrocederán cada vez más hacia el pasado. «Ahora no sabemos exactamente qué antigüedad tiene el nivel del terreno en el que trabajamos y para averigüarlo tendremos que hacer dentro de poco una nueva datación», señala De Lombera a este respecto.

Tres metros de profundidad

Los científicos piensan que por debajo de los niveles que ya se han explorado pueden quedar todavía muchas cosas por descubrir. Las excavaciones hechas en esta zona alcanzaron una profundidad de un metro y medio, pero un reciente sondeo con georradar indicó que los sedimentos que forman el piso de la cueva tienen en total un grosor de más de tres metros.

Otra parte del yacimiento que atrae especialmente la atención de los investigadores es un nivel en el que se descubrieron industrias del Paleolítico Superior con una antigüedad de en torno a 30.000 años. Estos artefactos parecen encuadrarse en una fase avanzada del período auriñaciense, una etapa de la que apenas hay muestras en Galicia, aunque está representada ampliamente en diversos yacimientos del área cantábrica. Hasta ahora, el único yacimiento de esa época conocido en territorio gallego era el de la cueva de A Valiña, en Castroverde.

Tanto en un caso como en otro, los arqueólogos esperan que las excavaciones que se reiniciarán la semana próxima no tarden en poner al descubierto nuevos artefactos y restos de fauna, ya que los niveles en los que se detuvo el trabajo el año pasado parecen particularmente ricos en materiales arqueológicos.