Asociaciones culturales denuncian las agresiones que está sufriendo el Camino Primitivo en todo su recorrido

B. G. R. LUGO/LA VOZ.

LUGO

08 jul 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El centro social Maruja Mallo acogió ayer el Foro do Camiño Primitivo -la ruta más antigua de las que llevan al peregrino a Compostela-, en el que varias asociaciones y colectivos relacionadas con la defensa de la cultura dieron a conocer las agresiones que está sufriendo la vía, así como las medidas necesarias para su puesta en valor, para lo cual instan a las instituciones públicas a cumplir con la obligación de proteger este patrimonio histórico-cultural.

El historiador y experto en el Camino Primitivo, Ricardo Polín, afirmó que «seguimos sen ter a arma legal para defender o valor histórico e natural do Camiño». Denunció que, gracias a la falta de voluntad de la Administración, aún no existe una delimitación oficial del Camino Primitivo, lo que «limita su declaración como BIC y como Patrimonio de la Humanidad». Así mismo, hizo hincapié en que existe un itinerario hecho «de xeito chapuceiro e non científico» y que incurre en graves errores de trazado, de forma que se están protegiendo tramos que no son los originales.

Si bien existen muchos aspectos que se podrían mejorar en torno a la vía, como la señalización de los microtopónimos por los que va pasando el peregrino, desde el foro piden que, por lo menos, no se deteriore «o patrimonio que hoxe aínda temos». Y hacen esta petición porque en numerosos puntos de la vía se están cometiendo grandes atrocidades, tanto culturales como paisajísticas, hasta el punto de incorporar la ruta a propiedades privadas u ocuparla con un palco de música, como ocurre en la parroquia de Manzoi, antes de llegar a Lugo.

La representante de Adega también describió numerosas situaciones que suponen un impacto sobre el territorio y que afectan a la vía primitiva, como las canteras de A Pallota y Bascuas -que se sitúan sobre el propio Camino-, algunas empresas eólicas que no tuvieron en cuenta su existencia a la hora de instalar los molinos o la presencia de vertidos en varios puntos.

Por su parte, la presidenta de la Asociación de Veciños de Fontiñas se quejó de la escasa señalización de la vía que existe al entrar en la ciudad. «Todos os días, algún peregrino me pregunta por onde pasa o Camiño. Isto é unha vergonza», afirmó.

Para mejorar esta situación, Polín hizo un llamamiento a los concellos implicados para que no permitan la ejecución de obras que afecten al Camiño sin el permiso de la Dirección de Patrimonio de la Xunta y para que promocionen la vía, al ser un importante elemento dinamizador de la economía.