Vilalba muestra su lado más solidario y un novedoso aspecto

Xosé María Palacios Muruais
Xosé María Palacios VILALBA/LA VOZ.

LUGO

Un rastrillo recauda fondos mientras la torre de los Andrade está ya sin hiedra

16 jun 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

El mejor lado no siempre es el más conocido. Las circunstancias pueden hacer más conocido un aspecto de una persona o de un lugar que no necesariamente resulta el que contiene los mejores rasgos. En estos días, en Vilalba, con apenas unas decenas de metros de distancia, una iniciativa muestra el lado solidario de sus promotoras mientras el edificio emblemático de la localidad, el que unos y otros reconocen como símbolo, luce un aspecto novedoso, diferente al que era habitual.

Rastrillo benéfico. Los que pasan estos días por la rúa da Pravia pueden ver numerosos trabajos en un local que albergó un comercio hasta hace varios meses. Lo que está expuesto se vende, pero con la particularidad de que lo recaudado se enviará a un proyecto solidario del Tercer Mundo, como explica Estrella Naseiro , una de las promotoras de la iniciativa.

De las erres a la ese. Reciclaje y reutilización son conceptos que se citan con frecuencia cuando se habla de conductas ecológicas. En este caso se aplican esos criterios, ya que parte de los objetos que se venden, todos relacionados con el sector textil, están elaborados con telas de prendas de vestir que ya no se usan. La conversión se realiza en talleres de manualidades que suelen realizarse en la Casa da Xuventude, y las alumnas, ahora expositoras, agradecen las donaciones de prendas vaqueras para efectuar más actividades.

La piedra de la torre, sin bufanda vegetal. De la torre de los Andrade puede decirse lo mismo que cantaban Víctor Manuel y Ana Belén sobre la puerta de Alcalá, que está viendo pasar el tiempo. Incluso puede decirse con más motivo, pues se construyó cuando aún faltaban siglos para que llegase a Madrid Carlos III y emprendiese obras públicas que todavía se agradecen hoy. Lo que tiene de nuevo la torre es que estos días está ya libre de hiedras que tapaban parte de su superficie. El aspecto no pasa inadvertido para casi nadie, y seguro que los primeros en notarlo han sido los empleados y los clientes del Parador de Turismo, que dirige Pablo Hermida .

Nueva farmacia. El nuevo aspecto de una villa también se nota en los comercios y en los escaparates, Mientras las prendas y el calzado de verano parecen casi condenados a la indiferencia en esta primavera que se despide más bien invernal, en Vilalba acaba de abrir una nueva farmacia, la de Milagros Seoane .

Reflejo de la situación. Fíjense en el termómetro de la fotografía inferior y verán cómo describe fielmente la situación de estos días: ocho grados. No estamos en Helsinki ni en marzo; pero igual que en una canción de Amaral , versión de otra de Bob Dylan , se dice que llegará la tormenta que anuncia el cielo, aquí se espera que llegue el verano aunque el cielo no lo dé a entender estos días.