La Guardia Civil abrió una investigación en la que fueron interrogados e imputados varios trabajadores relacionados con las obras de los túneles y viaductos del AVE en el municipio lucense de Láncara. Tras una denuncia, los agentes abrieron una investigación y encontraron en una chatarrería de Sarria varias toneladas de acero que en principio estaban destinadas al hormigón con el que se construyen los puentes y túneles. Por ello, tomaron declaración a varios trabajadores relacionados con las obras, para esclarecer si el acero podría haber sido vendido para lucro personal de alguien en vez de utilizarlo en el hormigón. El material intervenido se denomina fibra de acero y son filamentos de unos ocho centímetros de largo, que se mezclan en la masa del cemento en una determinada proporción para darle consistencia. Los 15 contenedores inmovilizados por la Guardia Civil en la chatarrería de Sarria pesan unas treinta toneladas y tienen un valor en el mercado de varios miles de euros.
El acero estaba inicialmente en la factoría de Hormigones La Estrella en el polígono de Betote, en Sarria, una empresa perteneciente al Grupo Martínez Núñez que suministraba el hormigón para las obras pero que ya no lo hace en las últimas semanas, porque entró en suspensión de pagos con sus empleados y proveedores. La Guardia Civil investiga por qué el acero pasó de esta empresa de hormigones y acabó en una chatarrería, y también investiga la posible sustracción de diversos materiales e incluso combustibles en este tramo de obras denominado Ronfe en las últimas semanas y meses.
Los túneles y viaductos de la obra del AVE en la zona de Láncara fueron adjudicados a una UTE formada por las empresas Ferrovial y Obras Subterráneas, y ningún responsable de las mencionadas firmas quiso ayer ofrecer su versión sobre los hechos, pero sí lo hizo el Ministerio de Fomento, que está al tanto de lo sucedido. El departamento de prensa del ministerio explicó que ya se terminó con la fase de hormigonado y los contenedores de acero quedaron sobrantes y por eso se le regalaron a un chatarrero, ya que transportarlo a otra obra saldría mucho más caro. En este mismo sentido, el ministerio explicó que ya se están retirando andamios y otros materiales de los viaductos y túneles porque la obra de hormigón está terminada, y solo resta una fase de relleno entre un túnel y un viaducto.
Fuentes ministeriales descartaron que existiese un robo generalizado de materiales en dicha obra y que pudiese afectar a la estabilidad de la vía, aunque reconocieron que ayer mismo se produjo un cambio de la empresa de seguridad. El ministerio explicó que este cambio imprevisto se debió a que encontraron a un vigilante de seguridad fuera de su puesto de trabajo, y a que terminaron las obras de voladura y por tanto se cambia a otra empresa con vigilantes que ya no necesitan permiso de armas para controlar los explosivos.
La investigación sigue abierta a la espera de que finalicen todos los controles de calidad y se compruebe que la solidez de túneles y viaductos no quedó comprometida en ningún punto, aunque hubiese algún robo.