Familiares de la pareja asesinada hace 16 años en O Ceao preparan movilizaciones

La Voz

LUGO

23 abr 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

Cada vez que se acerca el 30 abril, los familiares de Elena López Rodríguez y Esteban Carballedo Teijeiro, la pareja de empleados del Cash Récord que fue brutalmente asesinada hace ahora 16 años, se movilizan para reclamar la atención de las autoridades e intentar que el asunto no quede definitivamente en vía muerta. Pocas dudas caben de que el crimen de O Ceao, supuso el fracaso más estrepitoso para los cuerpos y fuerzas de seguridad y sus responsables de la historia más reciente. No solo no fueron capaces de dar con el asesino o asesinos sino que, con el paso de los tiempos, pudo comprobarse que la investigación fue una verdadera chapuza con una serie de fallos incomprensibles que hacen sospechar, no solo a los familiares sino también a quien investigue mínimamente en el asunto, que algo se esconde detrás de lo ocurrido en las últimas horas de la tarde del 30 de abril de 1994.

Entre y hoy y mañana algunos familiares tienen previsto enviar cartas a diversas autoridades para recordarles su situación. Ya no esperan grandes cosas porque dicen sentirse hartos de no les hagan caso, como ayer afirmó la hermana de la cajera asesinada. Pero, además, plantean organizar algún tipo de acto o protesta que, por el momento, no prefieren avanzar.

Reunión conjunta

María Isabel López Rodríguez, hermana de la fallecida, explicó ayer que en estos últimos años habían llamado a muchas puertas. La mayoría se abrieron, sin embargo no hubo respuestas. «Llegamos a convertirnos en un incordio, sin embargo cualquier persona debe ponerse en nuestra situación. No estamos pidiendo cosas del otro mundo, simplemente que se investigue. Que no se deje el caso aparcado en cualquier cajón. Que judicialmente no le den carpetazo», explicó María Isabel.

Precisamente para poner nuevamente a las autoridades en alerta, los familiares de los afectados quieren organizar una reunión con los responsables de los principales grupos de seguridad, concretamente el Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil, para conocer las perspectivas que puede presentar el asunto y que, por cierto, parecen no ser muchas como consecuencia de los múltiples fallos cometidos en la investigación y el tiempo transcurrido.

En los últimos años, los familiares fueron recibiendo portazos en las narices prácticamente continuos. El más sonado fue el de la Fiscalía General del Estado que ni tan siquiera se interesó por el caso. Finalmente, tras mucho tiempo de espera, pudieron hablar con el fiscal jefe de Lugo, que se pasó desde agosto hasta febrero sin recibir a la familia y que posteriormente accedió al encuentro después de una carta de queja que le envió la hermana de la cajera.

En otras entrevistas con subdelegados del Gobierno y con representantes de la policía, les hicieron promesas y les dijeron que el caso no se cerraba, sin embargo los perjudicados dicen sentirse frustrados, decepcionados y engañados.