El choque entre dos trenes de mercancías -uno estacionado y otro en marcha- en las inmediaciones de la estación de Arévalo (Ávila) causó la muerte en la madrugada de ayer de un maquinista leonés, Juan Ramón V.?G., de 44 años, y el cierre provisional de la vía convencional entre Madrid y Ávila. El corte afectó a unas 24 circulaciones de Renfe, entre ellas los trenes hotel que unen A Coruña, Pontevedra, Vigo y Ferrol con la capital de España. Esta interrupción del tráfico se suma a la que ya afectaba a los trenes gallegos en Carbajales de Alba (Zamora), por el deslizamiento de un talud que aún no ha sido solucionado.
Debido al derrumbe entre Puebla de Sanabria y Zamora, los trenes hotel acumulan dos horas de retraso al ser desviados por León, pero la situación se complicó aún más con el accidente de Arévalo. Los 312 pasajeros del convoy Madrid-Galicia fueron transbordados a un autobús que realizó el recorrido hasta Valladolid, desde donde prosiguieron su viaje.
Los 230 usuarios del segundo tren (Galicia-Madrid) llegaron a Valladolid por vía convencional y desde allí fueron trasladados a un tren de alta velocidad que continuó el viaje hasta Madrid, informa Efe.
Desde hoy, y mientras no se solucione el problema, los trenes hotel con origen o destino en Galicia se desviarán por León y Burgos, y circularán hacia o desde Madrid por la línea que pasa por Arganda de Duero.
Los trenes talgo que unen las principales ciudades gallegas con Madrid no se han visto afectados, pues desde Olmedo (Valladolid) circulan por la línea de alta velocidad.
Causas desconocidas
El accidente ocurrió minutos antes de la una de la madrugada cuando, por causas que se desconocen, un convoy de mercancías alcanzó la parte trasera de otro tren de carga que estaba detenido en la señal de entrada a la estación de Arévalo. El maquinista del primer convoy es la única víctima mortal del accidente, en el que no hubo heridos.
Los dos trenes realizaban el mismo recorrido, Trasona (Asturias)-Sagunto (Valencia), sobre la línea convencional Madrid-Ávila-Valladolid, en dirección a la capital. Los trenes transportaban casi 2.000 toneladas de material pesado, concretamente bobinas siderúrgicas.
El cadáver del maquinista fue rescatado ayer por la tarde, tras 17 horas de trabajos, del amasijo de hierros en el que quedó convertida la locomotora que conducía y que alcanzó por la cola al otro tren de mercancías, en el que quedó literalmente empotrada.
En el rescate participó un equipo de unas 35 personas que, ayudados por dos grúas de gran tonelaje, desmontaron una auténtica montaña de acero, en cuyo interior permanecían los restos del maquinista.
Este accidente en el término municipal de Martín Muñoz de la Dehesa es el tercero más grave ocurrido en el entorno de la estación de Arévalo, donde en 1944 murieron 41 personas, y en 1989, otras cinco.