La Unesco aún no hizo la revisión sobre conservación de la Muralla

Gadea G.Ubierna

LUGO

En los estudios se supervisan cuestiones como el cuidado del entorno, planes de turismo o financiación

16 ene 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

En los casi diez años transcurridos desde que la Muralla fue declarada Patrimonio mundial por la Unesco, la organización internacional no ha sometido a la construcción romana a un examen sobre su mantenimiento y conservación. Buena parte de los más de cuarenta bienes culturales de España que tienen la declaración fueron revisados en 2006 y, en función de si el dictamen fue positivo o negativo, en los años sucesivos hubo nuevos exámenes.

En estos informes, que se realizan con periodicidad, se analizan cuestiones muy variadas. Hay una parte dedicada al aspecto o cuidado del entorno del monumento y al grado de integración que hay entre ambos. En algunos casos, esto se completa con un análisis a las tareas de rehabilitación que se esté haciendo de los alrededores como es el caso, por ejemplo, del barrio del Albaicín y la Alhambra; o como podría ser el de A Tinería y la Muralla.

Otro gran bloque se dedica a las tareas puramente administrativas: cuáles son las fuentes de financiación y los responsables del mantenimiento; qué uso se hace del bien; qué planes turísticos hay; cómo se controlan las visitas; si hay personal específico para mostrar el monumento o facilidades para visitarlo (señalización, paneles explicativos, guías turísticas, audioguías, aparcamientos...).

Como es lógico, otro gran bloque analiza con detalle las intervenciones de conservación en el monumento y expone los riesgos y amenazas existentes en el momento de hacer el examen. Este dato se compara con los resultados de la última evaluación para ver si ha habido mejorías.

Recomendaciones

En la mayor parte de los casos, el informe concluye con una serie de recomendaciones a tener en cuenta para la próxima revisión, pero hay otros en los que el dictamen es tan negativo que se hacen exámenes anuales. Esto ha ocurrido en Salamanca, donde después del informe periódico de 2006 se ha realizado otro cada año exigiendo el cumplimiento de determinadas recomendaciones en plazos fijos. De hecho, el 1 de febrero, deben presentar nueva documentación.

En Santiago o en la Catedral de Burgos, el resultado fue positivo y se hicieron aportaciones de carácter turístico.