El velero de gran lujo construido en Figueras recala en Galicia pero olvida A Mariña y Asturias

La Voz

LUGO

02 sep 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

La construcción del Sea Cloud II constituyó todo un reto para Astilleros Gondán, en Figueras, ya que en su momento fue presentado como uno de los veleros de pasajeros más lujosos del mundo. El Sea Cloud II estuvo estos días de visita por la costa de Galicia, en concreto fondeó en la bahía de Fisterra procedente del puerto de A Coruña. La lástima es que en sus rutas sigue sin incluir la costa de A Mariña y el Occidente de Asturias.

Este barco de recreo, de una compañía holandesa y con bandera de Malta, zarpó de Fisterra con destino al puerto de Leixoes, en Oporto, para seguir su singladura.

El Sea Cloud II ya visitó en otras ocasiones la costa de Galicia y, en particular A Coruña y Fisterra. Es un barco que nunca pasa desapercibido. El buque fue construido en los astilleros Gondán (Castropol) y tiene 46 camarotes de entre 25 y 21 metros cuadrados. Los cuartos de baño miden una media de seis metros y están realizados en mármol, y en las habitaciones hay vestidor y falsas chimeneas. Además, el armador tiene reservados los dos camarotes más lujosos.

El barco realiza recorridos por el Mediterráneo, la costa atlántica y viajes trasatlánticos. En los segundos se incluye la parada en Fisterra.

Buque espectacular

El Sea Cloud II es un buque espectacular, con un eslora de cuatro metros superior al Juan Sebastián Elcano -el español tiene 113 metros-, si bien con un palo menos. El Sea Cloud II simboliza la recuperación de los grandes buques a vela con destino a los cruceros turísticos.

El contrato de construcción con Gondán fue firmado el 13 de enero de 1998, con un plazo de construcción de dos años. El diseño de la decoración interior del segundo Sea Cloud fue realizado por una firma alemana. Como en el resto de los veleros empleados en cruceros, el ambiente a bordo trata de compaginar la atmósfera de la aventura a vela, con el lujo y el confort de los grandes cruceros, recuperando ambientes de los grandes yates de los años treinta.

El coste de su construcción superó ampliamente los tres mil millones de pesetas. El buque dispone de seis cubiertas, con doble fondo de casco.