Iniciar su vida laboral en un lugar que había una habitación con 30.000 discos fue para el como entrar en la gloria
11 jul 2009 . Actualizado a las 02:00 h.The Beatles irradian luz desde lo alto del retablo mayor de su templo y a sus pies está colocada la imagen de San Elvis Presley, pero en las procesiones musicales de Paco Nieto nunca faltan Los Pekenikes, Los Relámpagos, Los Sírex, Los Mustang y muchos más que se ganaron las andas animando guateques a los que asistía, y fueron los causantes de que se le esfumasen centenares de monedas por la ranura de las tragadiscos de los bares. Como diría en su programa radiofónico de los sábados por la mañana, eran los años 60 y 70 cuando se imponían los pantalones de pata de elefante y no necesitábamos los tintes para el pelo.
Lleva 39 años trabajando en la radio, tiempo suficiente para hacer de todo. De chaval le tiraba mucho la música y más de una vez lató alguna clase en el Masculino para escuchar música en el tocadiscos del ambigú del parque. Así es que, cuando acabó el Bachillerato (lo comenzó de día y lo remató de noche), se puso a trabajar y, como una lotería, le tocó en suerte la radio. Estuvo 25 años en Radio Popular antes de pasar a la Ser. «Lo poco o mucho que sé de radio lo aprendí con Manolo Lombao», dice antes de citar también a Benito Vázquez y a sus compañeros actuales.
«Empecé haciendo recados con 15 años y al cabo de uno ya comencé a hacer control de sonido durante las vacaciones y con 18 cogí el micrófono y empecé a hacer programas solo o en colaboración con los compañeros. A partir de ahí hice un poco de todo, también».
Nostalgias aparte
Aunque no se considera nostálgico, en los comentarios de Esto me suena da constantes muestras de dominar el tema. Sin embargo asegura que no es nostalgia su convencimiento de que antes se hacía mejor radio. Aclara que, como había más programación local, había más que descubrir y más que dar a los oyentes. En resumen, era una radio más creativa que la actual.
¿Más yeyé que rockero? No lo tiene claro. Le gusta toda la música, buena, pero la vincula a un contexto social, histórico y de efervescencia juvenil. «La música hay que relacionarla igual que una fotografía; Conchita Velasco y su Chica ye-ye , y Los Brincos y Los Sírex los sitúo en un tiempo, cuando andaba en pantalón corto y fui a mi primera fiesta». El rock and roll es para Paco Nieto el transistor pegado a la oreja, porque en aquellos años iniciales era muy poca la gente que tenía la oportunidad de escuchar un concierto en directo salvo que fuese de Miguel Ríos o de Bruno Lomas. Eran los tiempos de El gran musical , de los presentadores Íñigo y Tomás Martín Blanco, que es su principal referente, y era inevitable la envidia del personal de su quinta que vivía en Madrid.
Con todo, en los años 70 en Lugo hubo una efervescencia musical de nivel. Evidentemente, no figuraba en las giras de los cantantes y grupos extranjeros, pero en 1968 estuvieron Los Gritos, Karina (la otra, no la actual del papanatismo), Juan y Júnior y figuras importantes que venían al Círculo, aunque por entonces era mucho más restrictivo. «Para mí -dice- hay dos fechas históricas, la presencia de Los Bravos, que fue espectacular, con miles de personas, y en el mismo año, Los Canarios que, curiosamente, actuaron en el Pabellón con una apatía total de la gente, y a continuación salió al escenario Andrés Dobarro con su guitarra y aquello se convirtió en algo apoteósico».
Le sigue gustando la música actual pero está convencido de que quedarán en la memoria colectiva muchos menos grupos y cantantes que en aquellos años dorados. «En la música de los 60 y 70 había rebeldía e idealismo y hoy hay más apatía».
Precisamente, apatía es lo que no tiene cuando prepara los comentarios y hace la selección musical para su programa. Reconoce que le dedica tiempo toda la semana y admite con cierto rubor que alguna gente le dice que pone mucha pasión.