«Galicia tiene un gran potencial en sectores estratégicos»

Benigno Lázare

LUGO

Opina que energías como la eólica, y los alimentos de calidad deben ser potenciados aquí en esta época de crisis

26 may 2009 . Actualizado a las 16:00 h.

Juan Verde Suárez llegó ayer a Lugo invitado por la Diputación para dar una conferencia sobre El cambio climático. El reto y la oportunidad . Este canario, abanderado del nuevo rumbo que debe tomar la economía mundial, fue miembro del Comité Nacional de Estrategia de la campaña electoral del actual presidente de Estados Unidos y trabajó como asesor en cuestiones de medio ambiente y sostenibilidad en el gobierno de transición hasta hace dos meses. También es un estrecho colaborador de Al Gore ya que fue el fundador y preside la rama española y latinoamericana de la fundación del ex vicepresidente norteamericano.

-¿Trabajar en la lucha contra el cambio climático en el país que es el principal contaminador del mundo resulta especialmente desesperante o es un aliciente a mayores?

-Desesperante es la palabra, pero es una realidad por un lado incómoda y por otro absolutamente cierta. Estados Unidos ha sido gran parte del problema y es congruente hablar ahora de un cambio porque hay un cambio de Administración. Durante los últimos ocho años el presidente Busch negaba la existencia del cambio climático y de la abundante y abrumadora evidencia científica, y ahora hemos pasado a tener un presidente que no solo quiere que Estados Unidos ratifique en diciembre el próximo Protocolo de Kioto, sino que ese país transforme por completo su modelo energético, incluso su modelo económico, y se convierta en el líder mundial en sostenibilidad. Eso es algo totalmente optimista y positivo.

-¿Ante el cambio climático qué es lo primero que tiene que cambiar en el actual sistema productivo y económico internacional?

-Obama dice que no debemos desaprovechar una crisis perfecta como esta para reinventar y transformar muchos de los modelos económicos que hasta ahora no han funcionado, como son el sistema financiero de Walt Street y el endeudamiento masivo. Y sobre todo un sistema de hábitos de consumo absolutamente desproporcionado y alarmante como se tiene en Estados Unidos. El 26?% de las emisiones de CO2 vienen de un solo país, de Estados Unidos, lo que resulta inadmisible, pero eso está cambiando. El sistema económico mundial tiene que cambiar ya el dilema entre desarrollo económico por un lado y el desarrollo sostenible por otro, e incompatibles, porque es un paradigma erróneo. Ambos no solamente deben ir de la mano sino que para sacar al mundo de la actual crisis económica y financiera se tiene que apostar por la sostenibilidad, y eso es lo que está haciendo Obama.

-¿Cuál es la fórmula?

-Él dice que es muy sencilla y es la misma que se utilizó en la crisis de 1929: aumentar el gasto público de forma muy significativa para generar actividad económica y empleo. En aquella época invirtieron en infraestructuras públicas porque necesitaban carreteras; ahora se necesita invertir en energías renovables, en eficiencia energética y en I+D+I, en la economía del conocimiento. El tipo de empleo que genera es de calidad, es transferible a Galicia y no se va a otros países. Creo que ese es el nuevo modelo económico.

-¿Zonas como Galicia, con un desarrollo por debajo de la media europea corren más riesgo de perder este tren?

-Es una una oportunidad histórica para España y particularmente para una región como Galicia. Hubo una revolución industrial, otra tecnológica o de Internet, y ahora se avecina la energética o verde, como la están llamando. Al pensar en Galicia y en esta revolución verde pienso que la ventaja competitiva que tiene de cara al futuro es, en mi opinión, por una parte convertirse en un centro de abastecimiento de alimentos y materias primas de primera necesidad de calidad, como orgánicos, y por otro, las renovables. Tiene un gran potencial en sectores estratégicos y de mucho futuro como el eólico, para el que es una de las mejores zonas de España. Un plan de Obama va a invertir miles de millones en energías como la maremotriz, y aquí la Costa da Morte tiene un potencial enorme. Lo mismo ocurre con la biomasa, contribuyendo así a la gestión y al cuidado de la naturaleza. Aquí hay vocación medioambiental y los políticos deberían pensar cómo convierten eso en una ventaja competitiva.