El ex alcalde de Muras cree que son suficientes dos mandatos en política
07 abr 2009 . Actualizado a las 02:00 h.José López Soto, maestro nacional de profesión, tiene el honor de ser el único alcalde socialista que tuvo Muras en la democracia. Ganó las elecciones en el año 1987, en la tercera corporación después del franquismo, pero no pudo tomar posesión hasta meses después por un problema con un voto extraviado, que obligó a repetir los comicios. Sustituyó en el cargo a Esther Baamonde Díaz, la única alcaldesa surgida de las elecciones en 1983 en la provincia, a quien la había precedido el sacerdote Modesto Vázquez Gundín. Muras tenía entonces unos 1.500 habitantes. Perdió las siguientes elecciones, que ganó Issam Alghnam, que lleva 18 años presidiendo esta corporación.
López Soto, que vivió el Mayo del 68 en París, cuando descansaba de haber preparado varias oposiciones simultáneas, confiesa que decidió incorporarse al ámbito político con el ánimo de promover cambios. «Me parecía -asegura- que podía cambiar algunas cosas y me presenté a alcalde como independiente en la lista socialista con ese ánimo. Ganó mi grupo y tuve que enfrentarme a una nueva realidad». Le tocó la etapa del tripartito, con «gobierno amigo», presidido por Fernando González Laxe y guarda un recuerdo especial para quien fuera en aquella etapa el conselleiro de Economía, el periodista Fernando Salgado. «Había muy buenos gestores», insiste.
Tragar sapos
El único alcalde socialista que tuvo Muras reconoce que tuvo algunos sapos que tragar en esa etapa, pero admite que está satisfecho de lo realizado en los poco más de tres años que estuvo al frente de la corporación. «En esa época -recuerda- hicimos inversiones que sumaban 500 millones de pesetas». Sin embargo, de su paso por la alcaldía no existe ninguna placa que rememore que algo fue realizado en su etapa. Las placas no existen, no solo por modestia, sino porque las obras más importantes realizadas se acabaron en la etapa de su sucesor, entre ellas la de la casa consistorial.
López Soto afirma haberse sentido cómodo en el sillón de la alcaldía. Pero, al perder las elecciones, «hice lo que acaba de hacer Touriño, dejar la vida política. Para mí se acabó en ese momento». «Trabajé -añade- por ser un buen gestor y seguí el programa socialista, aunque yo era un hombre políticamente aséptico».
Está convencido de que los políticos deben de permanecer en el cargo como máximo dos mandatos. «Dos legislaturas llegan -confiesa- para hacer cosas, ni más ni menos. Son válidas en cualquier orden. Y, si has sido bueno la historia te certificará y si no lo has sido, que Dios te perdone».
La crisis
Al ex alcalde de Muras, que no se siente cómodo hablando de política local, no le duelen prendas confesar que los socialistas, con Zapatero al frente, lo están haciendo «muy bien». «Hay gente que dice que España se va por el precipicio -dice con convencimiento- y no sabe que nunca se movieron tantos millones». «Ante una crisis -manifiesta- es fácil decir yo lo haría mejor».
Para este docente jubilado, que dedica su tiempo libre a pintar y a viajar, sus dos grandes pasiones, la política requiere tranquilidad. «Hay gente -dice - que se cree que para la política solo sirve el gallo de pelea y el gallo de pelea no sirve, se requieren personas con otras cualidades». López Soto cree que en las últimas décadas hubo muchos avances, tanto en infraestructuras, que considera importantísimas, como en aspectos sociales. Entre los últimos destaca los experimentados por las mujeres. También asegura que hubo grandes mejoras en los colegios. Ante la pregunta de: ¿y en educación? La respuesta no se hizo esperar: «Ahí hay que distinguir y no le vamos a echar la culpa a nadie».
Muras es para su único alcalde socialista un buen lugar para vivir. Reside en la casa familiar, aunque viaja con mucha frecuencia. Ahora redescubre España.