Un chino-gallego y una sarriana, en la ciudad de Tianjin

LUGO

27 jul 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Rui es un emigrante gallego en China. Pero Rui no nació en Galicia, sino en el país asiático, a donde el trabajo le ha llevado de vuelta y de donde salió cuando tan solo era un niño. Ahora vive junto a Vero, su mujer sarriana; trabaja para una compañía vasca y dice sentir morriña.

Rui está nacionalizado español, pero se siente mitad gallego, mitad chino, a pesar de que este país no permite la doble nacionalidad. Su sentimiento va más allá de lo que indica su pasaporte.

Su primer destino en España fue Valencia, donde su madre ya llevaba viviendo cuatro años. Después, toda su familia se trasladó a A Coruña, donde empezó a aprender español, más tarde gallego y donde se integró totalmente. Según cuenta Vero, con quien se casó 17 años después de llegar a Galicia, en esos años llevó una doble vida, «ayudando a su familia en el restaurante que tienen y haciendo vida normal con sus amigos como otro coruñés cualquiera».

Vero también es emigrante gallega en China. A ambos les gusta viajar y ella, fisioterapeuta, ya había residido una temporada en Francia. Tras terminar los estudios, Rui empezó a trabajar en Santiago para una empresa vasca que quería integrarlo en un proyecto en Tianjin. Además de su formación, en su currículum constan cuatro idiomas: chino, español, gallego e inglés.

Mientras tanto, Vero aprende el idioma; profundiza en sus conocimientos sobre acupuntura y medicina china, que ya había estudiado en Galicia, y conoce el país de su marido. Y allí se quedarán como mínimo dos años, y después, aún no saben.