Innovación e Industria se interesó por la seguridad de la catedral lucense

LUGO

El departamento de la Xunta recomendó la instalación de algún sistema que evite la posibilidad de saqueos. No se descarta la aportación de fondos públicos

12 abr 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

El Conselleiro de Innovación e Industria, Fernando Blanco, llamó en la mañana de ayer al Obispado de Lugo para interesarse por la seguridad de la catedral a raíz de la publicación del intento de robo a través de una de las vidrieras del tejado. El portavoz del obispado, Mario Vázquez Carballo, explicó que se trató de una llamada de cortesía para interesarse por los daños y al mismo tiempo de una oferta de colaboración para la instalación de algún sistema de seguridad. Aunque no hubo un ofrecimiento concreto, Vázquez Carballo reconoció que conjuntamente con el Xacobeo ya se ha negociado en algún momento la posibilidad de la instalación de un sistema de seguridad. «Pero queríamos algo conjunto con las instituciones, especialmente con Turismo, porque el patrimonio es de todos y debemos cuidarlo entre todos. Y aunque la iglesia se encarga de la parte religiosa, no dispone de fondos para mantener en buenas condiciones todo este patrimonio», declaró. En este sentido, el portavoz del Obispado siguió diciendo que la institución ya se había puesto en contacto con el alcalde y el presidente de la Diputación para intentar celebrar una reunión conjunta con Turismo a fin de poner en marcha un plan de mejoras de la catedral, y no solo para dotarla de seguridad sino para otras mejoras como la instalación de una caldera de calefacción, que ya tiene 40 años de antigüedad. Por último, el portavoz del Obispado explicó que para todas estas actuaciones se tiene que contar con el visto bueno de Patrimonio, que es lo que ralentiza las gestiones.

Ni cámaras ni alarma

En la actualidad la catedral de Lugo no tiene cámaras de vigilancia que se puedan activar por la noche o cuando no haya culto. Tampoco existen en el museo diocesano, que está ubicado en un ala del templo catedralicio y que contiene numerosas piezas de valor. Tampoco existe ningún tipo de alarma en el recinto sacro.

Lo mismo ocurre en prácticamente todas las catedrales de Galicia, a excepción de la de Santiago que tiene alarma y un contrato de dos vigilantes de seguridad.