«Alsina se incorporó ya en verano y La Directa, en los próximos días»

LUGO

Para el presidente de Monbus, el futuro del transporte en Europa pasa por unirse

13 ene 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Raúl López López, (Sarria, 1950) asegura que el transporte atomizado ha pasado a la historia en Europa: se crece o se desaparece. Y por ello está atento a cualquier oportunidad de encontrar empresas que incorporar a Monbus que le aporten sinergias al grupo.

-¿Cómo se fraguaron las últimas incorporaciones de Alsina y La Directa a Monbus?

-La primera incorporación fue la de Transportes Alsina el verano pasado en Castilla-La Mancha. Es una empresa arraigada e importante sobre todo en Toledo, Ciudad Real, Cuenca y Albacete, cuyas líneas unen estas provincias con Valencia. Cuenta con algo más de cien empleados y ochenta autobuses. Lo de La Directa está sin cerrar completamente: se hará definitivamente en este mes, en los próximos días. Cuenta con una veintena de personas en plantilla.

-¿Ya se va a detener la expansión de Monbus?

-Tal como están los tiempos, nunca se puede decir si se detiene una expansión. Durante una época puede parar y luego surgen cosas, y de hecho tenemos encima de la mesa varias posibilidades de compras que estamos analizando. La política es crecer donde podemos, aprovechando las sinergias para dar un transporte público de calidad. Pero también hay cierta psicosis y es difícil que haya operaciones importantes porque la situación financiera está complicada y las expectativas no están muy claras, aunque no es acertado transmitir alarmismo. Los márgenes empresariales son cada vez más ajustados, pero hay que competir y ponerse en el mundo y en Europa. Aún es un sector muy atomizado y que tiene que seguir cambiando porque las empresas tienen que crecer, agruparse y hacer grandes uniones: es la única forma de competir en Europa. Por ejemplo Alsa, que fue absorbida por capital inglés, ya compite en el mercado europeo. Pero para ello tuvo que ser aglutinado por dos grandes compañías que había en España y luego adquirida por una gran compañía británica como National Expres. A Avanza le pasó lo mismo: un grupo de empresarios españolas ya fusionados también fue absorbido por una sociedad inglesa de capital riesgo, que últimamente hizo una nueva adquisición. Ante todo esto, hay que reflexionar. Posiblemente Monbus hoy sea el primer grupo de capital español y gallego. Y puede parecer que somos un grupo fuerte, pero al lado de todos estos que comento, somos muy pequeños. Incluso somos interesantes para ser adquirido, sobre todo por el capital extranjero.

-¿Vendería?

-No me lo planteo, pero la vida de los empresarios y sobre todo de las empresas, es muy larga. Es un momento para realizar cosas importantes, y para mi, el tema dinero no es lo prioritario.

-¿Le apetece el mercado portugués, en el que parece que está bien instalado su competidor Arriva?

-Todos son apetecibles. No lo descarto, pero no es prioritario. Es un mercado que tendrá que evolucionar. Arriva está ahí, tenía ideas grandes cuando entró en Galicia y si no ha crecido más fue porque un grupo gallego le comió terreno. Pero es una gran empresa y tiene un mercado muy interesante.

-Cuando se renueven las concesiones estatales de las rutas a Madrid y Barcelona que ahora realiza Alsa, ¿aspira a pujar por ellas?

-Tienen caducidad entre 2013 y 2017. El Gobierno optó por sacarlas todas a concurso y es bueno para la estabilidad del sector porque -aunque el servicio regular en España hoy es el mejor de Europa- servirá para dar mejor servicio. Aunque toda empresa que quiera mantener una concesión, si desarrolló bien sus servicios, tendrá muchas oportunidades de continuar.

-Después de que Monbus comprase Eurolines en España hace un año, parece que el resultado es muy bueno. ¿Cómo puede crecer una línea tan larga como de París a Oporto y Lisboa?

-Sí, está creciendo. Aunque todo el mundo habla del tren, es un transporte caro. Un AVE es un servicio muy bueno, pero caro. Y lo mismo ocurre ya en otros países en Europa. Para determinados recorridos va a ser fundamental el tren, pero va a competir más con el transporte aéreo que con el de carretera, porque este mejora siempre y competimos mucho en precio.

-¿Y los vuelos baratos?

-Algunos se mantienen y otros desaparecen, porque ya dice el viejo refrán que nadie da duros a cuatro pesetas.