El punto limpio situado en la parroquia pastoricense de Piñeiro presta ya servicio a seis municipios que comparten esas instalaciones y las de la planta de transferencia situada al lado. Los vecinos de los municipios de A Pastoriza, Pol, Ribeira de Piquín, Meira, Riotorto y A Pastoriza pueden usar el servicio durante seis horas al día.
El horario en que se pueden depositar los materiales es de ocho de la mañana a dos de la tarde, de lunes a viernes. Incluso existe un horario adicional, ya que el punto limpio funciona también, con el mismo horario, dos sábados al mes, coincidiendo con el fin de semana en que se celebra feria en Meira.
La gestión de los dos servicios ubicados en las instalaciones implicó la creación de una sociedad integrada por los seis concellos que usan el servicio. Los trámites para la apertura fueron supervisados, ya en el anterior mandato, por el Concello de Riotorto siendo alcalde José López Cabodevila (PP). Esa circunstancia provocó que una vez que empezó a funcionar, continúe ese concello como responsable. De hecho, el actual órgano responsable de las instalaciones está formado íntegramente por responsables del Concello de Riotorto: lo forman el alcalde, el nacionalista Federico Gutiérrez; el concejal de Medio Ambiente, el socialista José García Freije, y el secretario municipal.
Sin embargo, esa puede ser una de las cuestiones en la que se introduzca alguna novedad. García Freije explicó esta semana que una de las posibles alternativas de futuro podría ser la creación de una presidencia rotatoria, con lo que todos los ayuntamientos conocerían de cerca las vicisitudes.
Diverso material
El uso de las instalaciones es gratuito para los vecinos. Los que llegan, tras identificarse en el registro de entrada, pueden depositar un amplio conjunto de residuos: los materiales que también forman parte de la recogida selectiva habitual -plástico, papel, cartón o vidrio- y otros cuya gestión puede resultar más difícil -aerosoles, pinturas o electrodomésticos- tienen cabida en el punto limpio, en donde deben entrar convenientemente separados. Ni los residuos agrícolas ni los industriales tienen hueco en el punto limpio. El traslado corresponde a los vecinos que se acercan a las instalaciones, en tanto que los materiales, una vez depositados, son recogidos por la empresa Soil Recovery.
Por ahora no se ha establecido coste alguno para los usuarios, aunque sí se está estudiando, como afirmó García Freije, el coste que el servicio supone para los ayuntamientos que lo comparten. El punto limpio y la planta de transferencia tienen un encargado, contratado por la sociedad formada para gestionar estas instalaciones. Los costes, tal como precisó el concejal, son cubiertos con aportaciones que los ayuntamientos realizan de manera proporcional al número de habitantes.